El presidente de la CHT denuncia la degradación del organismo

Jaime Galán
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Antonio Yáñez alarma sobre la falta de medios profesionales en la Confederación Hidrográfica del Tajo. Valora los nuevos caudales del Tajo como «ambiciosos y complicados de lograr»

El río Tajo a su paso por la capital toledana volvió a sufrir un nuevo episodio de espumas el pasado fin de semana. - Foto: David Pérez

La situación del río Tajo es la que es, pero la de la Confederación Hidrográfica (CHT) que la regula tampoco pasa por su mejor momento. Su presidente, Antonio Yáñez, ha denunciado en el Ayuntamiento de Toledo la falta de medios profesionales que sufren en el organismo.  Este alertó de que, pese a representar «a unos 56.000 kilómetros cuadrados de cuenca hidrográfica y a 68.000 lineales de río», en los últimos años la CHT ha pasado de tener 1.000 trabajadores a los 415 actuales, lo que le llevó a calificar la situación como «un proceso de degradación sistemático y progresivo». 

Un análisis sobre sus recursos que desembocaron en una postura sorprendente sobre el nuevo Plan Hidrológico del río. Y es que a la hora de valorar los nuevos caudales ecológicos del Tajo, y especialmente la consecución del buen estado de las masas de agua para 2027, Antonio Yáñez planteó que es «complicado de lograr». Una valoración que generó incertidumbre entre la prensa, que no dudó en pedirle explicaciones. Yáñez amplió sus palabras planteando que «los objetivos son ambiciosos, pero complejos», argumentando que «ahora tenemos a nuestro favor una herramienta como es el Plan Hidrológico del Tajo, pero dentro de este se incluyen más de 600 medidas, de ahí la dificultad».

Una de esas medidas mencionadas tiene que ver con la depuración de aguas, ya sea en Madrid o en la propia cuenca del Tajo. Sobre esta última, el presidente de la confederación aseguró que «han mejorado mucho en los últimos años», aunque destacó que no se aprecia en todos los lugares. En este sentido, Yáñez se refirió a que «la realidad es que el 98 por ciento de las aguas del Tajo tienen depuración, pero luego el análisis en el término municipal -en referencia a Toledo- es radicalmente distinto», en base a las espumas o el estado actual del río a la vista del viandante.

Precisamente, sobre las espumas que vuelven a aparecer sobre el río a su paso por la capital, el presidente de la CHT dijo que «no es una situación novedosa». Aunque esclarecen que este fenómeno no se produce por causas puntuales, sino por una sinergia de muchas cuestiones, aseguran tener el asunto controlado desde el punto de vista técnico. Antonio Yáñez considera que no se puede apuntar únicamente a la no depuración de las aguas procedentes de Madrid, porque también afectan otros factores como «la variación de nutrientes en el suelo provocado por la falta de precipitaciones o por el caso contrario, cuando se producen varios días seguidos de las mismas ó a la influencia de las temperaturas, ambientales o del agua», planteó.