El Gobierno regional, que ofreció el edificio a El Corte Inglés, elabora un informe de alternativas de uso

F.J.Rodríguez/Toledo
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La Junta busca dar una solución a la estructura ya levantada, pero en ningún caso para ejercer funciones de auditorio cultural

El actual equipo de Gobierno de la Junta de Comunidades tuvo bien claro desde su llegada al poder en 2011 que el proyecto del Quixote CREA planteado por José María Barreda era, al igual que el del Barrio Avanzado del Polígono, un derroche innecesario para la ciudad y las arcas públicas. Y la Justicia les ha dado la razón.

La sentencia por la cual se ha condenado a Junta a pagar 10,5 millones de euros a la empresa encargada de levantar el edificio avala que las estimaciones de viabilidad económica del proyecto no están basadas en «datos materiales y reales que permitan dar credibilidad a futuras ganancias previstas», sino en «hipótesis y variables» que se quedan precisamente en eso.

Así, la justicia sólo obliga a la Junta a pagar por la estructura que ya está levantada, exonerándole de hacer frente al lucro cesante de no llevar a cabo el proyecto.

Y es que, en las filas del Partido Popular tenían muy claro desde que sustituyeron al PSOE al frente del Ejecutivo regional que la ciudad de Toledo no tenía demanda de oferta cultural como para tener en funcionamiento de forma simultánea tres auditorios de 464 butacas (Rojas), 925 (Palacio de Congresos El Greco) y 696  (Quixote CREA).

Por ello, a la vez que pidieron la resolución del contrato al considerar que se habían producido retrasos en los trabajos y modificado de obra no contemplados, se pusieron a pensar en posibles soluciones para un enorme edificio abandonado que hoy en día supone una fea cicatriz en el rostro de la ciudad al final de una de sus arterias más transitadas, la avenida de Europa.

La primera opción no tardó en ponerse encima de la mesa, y desde prácticamente el primer minuto se ofreció el edificio a El Corte Ingles. La ciudad lleva años soñando con su instalación, pero no llega. Han sido muchas promesas desde 2003 y, de momento, la firma sigue sin desembarcar en Toledo a pesar de que el alcalde, Emiliano García-Page, saque cada cierto tiempo el tema de forma recurrente, anunciando que pronto se desatascará la situación, sin que llegue nunca a producirse.

Con todo, El Corte Inglés declinó en principio el ofrecimiento, aunque la Junta no ha dejado de buscar empresas interesadas en dar alguna utilidad al edificio y terminar su construcción.