El expresidente socialista del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero, abogó este miércoles en Talavera por que el Partido Popular «encuentre su camino» y que este devenir discurra hacia una mayor «serenidad y moderación». Rodríguez Zapatero se refirió así a la situación de crisis interna que atraviesa el Partido Popular a preguntas de los periodistas sobre esta cuestión, en un día en el que el presidente de los 'populares', Pablo Casado, pese a no haber dimitido aún de su cargo, se despidió del Congreso de los Diputados. 

Rodríguez Zapatero expuso su punto de vista sobre este asunto momentos antes de participar en el Centro Asociado de la UNED de Talavera en el acto de presentación del libro 'Retrato de un desconocido. Vida de Manuel Azaña', escrito por Rivas Cheriff y prologado por él. 

Para el expresidente socialista, «la exageración en la oposición, la crítica excesiva, acaba llegando también a tus despachos», aludiendo así a la crisis interna del PP. Sin embargo, Zapatero también trasladó su esperanza por que «esta semana abra un tiempo de moderación» tanto en la oposición como en el conjunto de las instituciones.

A su juicio, España necesita «más serenidad y más moderación», algo que para el exdirigente del país es «perfectamente compatible con la alternativa política, con el pluralismo, con las ideas, con la tarea de Gobierno y tarea de oposición».

En cualquier caso, incidió en que sería «muy conveniente» que hubiera «algo más de moderación», apuntando en este sentido que espera «que el devenir del PP sea ese». «Deseo que el Partido Popular encuentre su camino, es imprescindible para el buen funcionamiento de la democracia», abundó al respecto.

En esta línea, Zapatero manifestó que la democracia «es un bien precioso y preciado que hay que preservarlo y cuidarlo», para añadir que, además, la historia de España «así nos lo exige». Por ello, trasladó su convencimiento de que «todos los demócratas de buena fe deseamos que todos los partidos tengan buena salud», apuntando que la propia Constitución Española, en su artículo 6, «atribuye a los partidos políticos un papel fundamental, que es concurrir a la formación de la voluntad popular».