Enrique Sánchez Lubián

En el Camino

Enrique Sánchez Lubián


Ruidosa borrasca inútil

28/10/2021

Odón Elorza siempre me ha parecido una de las mejores voces del partido socialista. Esta semana ha pedido en su cuenta de Twitter cuidar y blindar el actual Gobierno de coalición como «garantía para avanzar en una recuperación justa, fortalecer las políticas públicas y defender la democracia frente a quienes la acosan». Sus palabras venían a cuento por las turbulencias que han zarandeado las relaciones entre PSOE y Unidas-Podemos a costa de la reforma laboral o la retirada del acta de diputado a Alberto Rodríguez. «No arriesguemos -añadía el ex alcalde donostiarra- lo conquistado, ni favorezcamos a los ultras, PP incluido».
Disentir dentro de un gobierno de coalición es normal. Superar estas diferencias implica un sano ejercicio de diálogo interno y búsqueda de consenso, sin perder de vista que el objetivo común es mantener la estabilidad en el rumbo trazado y minimizar cualquier fricción que pueda ser utilizada por los enemigos. No se trata de renunciar a los principios propios, sino de respetarlos, conjugarlos y enriquecerlos con los mejores matices de ambos planteamientos iniciales.
Equivocarse es humano. Quién no haya errado nunca, que arroje la primera piedra. A veces, el traspiés queda subsanado con una sincera disculpa; pero en otras, sus consecuencias son imprevisibles. La prudencia en el actuar, procurando evitar resbalones inútiles, es buena virtud. Sorprende, por tanto, que en estos momentos el Gobierno ofrezca a sus detractores borrasca tan ruidosa para ser zarandeado duramente, máxime cuando la oposición política y mediática espera estos deslices con toda su artillería preparada, tratando de eclipsar logros como el IMV, la subida del salario mínimo o el anteproyecto de nueva ley de vivienda.
Mientras las aguas vuelven a su cauce y las sobreactuaciones cesan, PSOE y Unidas-Podemos saben que se necesitan y no pueden hacer añicos su relación gubernamental. Lo que los trabajadores y trabajadoras valorarán en un futuro será si este Gobierno de España, progresista él, derogó o no la reforma laboral y cuánto se mejoró con ello, no si fueron galgos o podencos quienes dirigieron sus negociaciones. Llegado a este punto, y contrastada la eficacia con que hasta ahora ha rubricado su gestión ministerial, que Yolanda Díaz continúe al frente del diálogo con los agentes sociales es alentadora garantía.