Un simulacro prueba la ventilación del túnel de Los Yébenes

J.M.
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Los servicios de emergencias recrearon ayer tres años después del último una actuación por accidente para comprobar la eficacia de la automatización de la evacuación del humo

Un simulacro prueba la ventilación del túnel de Los Yébenes - Foto: Yolanda Lancha

La construcción del túnel de Los Yébenes en la carretera N-401, a mediados de los noventa, supuso un hito en las infraestructuras de la provincia porque se trataba de la primera obra de este tipo. Dos décadas después, sigue siendo el único de las vías de Toledo. Desde entonces, no ha registrado ningún accidente grave, pero se mantiene la modernización de las medidas de seguridad. Tanto, que sólo tres años después del último ejercicio, los servicios de emergencias protagonizaron ayer un simulacro que duró una hora y media para poner a prueba una posible intervención urgente en los casi 900 metros de trazado.

El subdelegado del Gobierno en la provincia, Carlos Ángel Devia, manifestó en el centro de control que este simulacro se debía a la instalación de un nuevo servicio de control informático para la extracción de humo. «Hay que poner en valor ese esfuerzo que se hace desde el Gobierno de España para trabajar por la seguridad en todas las infraestructuras», dijo en declaraciones a los medios.

El jefe de la unidad de Protección Civil y Emergencias de la Delegación del Gobierno en Castilla-La Mancha, Valentín del Hierro, aclaró que el simulacro incluye todo el repertorio de los servicios de emergencias, como los voluntarios de Protección Civil, la Policía Local el Consorcio de Bomberos, el Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (Sescam), la Guardia Civil o la Demarcación de Carreteras dependiente del Ministerio de Fomento. La recreación buscaba comprobar el nuevo sistema, implantado a consecuencia de la auditoría de hace tres años. «Se trata de crecer y llegar a optimizar los medios de seguridad», dijo.

El simulacro se caracterizaba por su complejidad debido a la utilización de humo caliente que invadió todo el túnel, construido para evitar el puerto de entrada a la localidad de Los Yébenes. De hecho, los bomberos entraron en primer lugar para despejar el peligro antes de la aparición del equipo sanitario. En este sentido, fue recreado un choque frontal con tres vehículos implicados en mitad del túnel, una infraestructura que entraña siempre una peligrosidad para los conductores: por colisión, un incendio, e incluso por una retención.

La ficción relata que parte de los ocupantes intentarán salir de la infraestructura por sus propios medios. «Es lo que hay que hacer. En un túnel, lo que hay que hacer es evacuar y salir a pie corriendo hacia las zonas indicadas en la cartelería. Muchas veces nos aferramos a nuestros medios y a quedarnos en el coche, no queremos salir, y ha ocasionado que el personal fallece lamentablemente por asfixia», explicó.

El simulacro se complicó con la presencia de un ocupante con deficiencias locomotoras, por lo que desfallece con la ayuda de un acompañante. De ahí, la intervención crucial de los bomberos para la evacuación, que también auxiliarán a otro implicado (maniquí como en el resto de los casos) que se quedará en el interior del vehículo.

«Si de aquí sale otra nueva idea, se implantará también», comentó Devia sobre las posibles consecuencias del simulacro en la N-401,  carretera convencional que comunica las localidades de Toledo y Ciudad Real que estuvo cortada al tráfico en este tramo durante unas tres horas.

El representante de Demarcación de Carreteras, Diego Torres, aclaró que el avance tecnológico supone que, ante un incendio, la decisión de conectar el sistema de ventilación no dependa solamente del controlador, sino que sea «más automatizado». Así, unos sensores harán que se pongan en marcha los aparatos para «evitar el error humano» en el centro de control, un servicio adjudicado por el Estado a una empresa y que funciona las 24 horas.

De esta manera, los conductores se adentrarán ahora de una manera más seguro en el túnel de Los Yébenes.