Un total de 92 policías locales se van a incorporar como agentes en 24 municipios de Castilla-La Mancha, tanto en capitales de provincia como en pueblos como Gerindote, Membrilla o Tobarra. Hoy han recibido el diploma que acredita la superación del curso de formación inicial, de seis horas, 1.700 horas lectivas, de las cuales 600 fueron de prácticas. Ha finalizado así un proceso selectivo que se inició en los ayuntamientos con las pruebas oposición. El curso, que ha sido parte online y parte presencial, les ha formado en materias como principios constitucionales, violencia de género, seguridad vial, tiro policial o emergencias.

El consejero de Hacienda y Administraciones Públicas, Juan Alfonso Ruiz Molina, contó que en la primera graduación que asistió, la de 2016, apenas eran seis o siete los nuevos agentes. Ahora son diez veces más y avanza que el curso que viene habrá otros cien. En total, en Castilla-La Mancha hay 2.100 agentes en 166 municipios en los que habita el 80% de la población. Del cuerpo de policías locales, el 10% son mujeres, pero esta proporción debe ir a más y ya en esta última promoción ellas representan el 20%. 

El presidente de la Junta, Emiliano García-Page, aprovechó para anunciar que en dos semanas va a aprobar la reforma de la Ley de Coordinación de Policías Locales, que "recoge las demandas que ha planteado el Cuerpo". En ella se especificará la dotación mínima para un municipio y se regularán aspectos  como la segunda actividad, comisiones de servicio o períodos de embarazo y lactancia. Page también ha anunciado hoy que va a construir unas nuevas instalaciones para su formación en la Escuela de Protección Ciudadana de Toledo. "Queremos hacer un nuevo edificio para que los nuevos alumnos estén en mejores condiciones", proclamó. 

El presidente de la Junta cree que hay cierta «ingratitud» hacia los policías locales por parte de la ciudadanía en comparación con los guardias civiles o con los policías nacionales. Y eso que Page destacó de ellos «su cercanía en las plazas y en las calles». También valora «el factor vocacional en el servicio público» y más aún cuando no siempre será fácil su labor: «No nos engañemos, vais a tener días que vais a tener que combatir problemas que son desagradables».
Eso puede ocurrir, por ejemplo, con el problema con la ocupación ilegal sobre todo en los corredores de la Sagra o del Henares. «Son delincuentes que dan una patada y entran», lamentó, «hay ocupas que tienen dos o tres viviendas, también la de verano». Por eso subraya que a instancias de Castilla-La Mancha el Congreso está estudiando reformas para que los jueces puedan dictar un desalojo inmediato con un atestado de la Policía Local. «Gastar en seguridad cuesta», admite el presidente de la Junta, «pero cuesta mucho más la inseguridad».