Es una empresa farmacéutica líder en cuanto al tratamiento de opiáceos, tanto en la morfina, como el cannabis, sin competencia en España y apenas competencia internacional, con en torno a un treinta por ciento de la producción mundial. Además, señala el presidente de su Comité de Empresa, Fernando Martín, según la información que de palabra suministró los recursos humanos, en 2022 Alcaliber tuvo un superávit de entre cinco y siete millones de euros. Sin embargo, le basta la previsión de que puede tener pérdidas para presentar un expediente de regulación de empleo.
Así lo ha hecho. Recientemente Alcaliber ha presentado un ERE, que está en estos momentos en periodo de consulta, a la espera de la mesa negociadora, que probablemente comience sus reuniones a partir del próximo día 15.
Alcaliber cuenta en la actualidad con unos 240 trabajadores entre los tres centros, de Madrid, Albacete y Toledo, aunque la mayor parte de ellos, unos 160, se encuentra en la factoría de la calle Ventalomar del polígono industrial.
Este ERE viene solo un año después del fin del Erte que afectó a la práctica totalidad de la plantilla, se lamenta Martín. Comenzó a mediados de diciembre de 2021, y duró hasta mediados de enero de 2022. Y vino acompañado de la modificación de algunas condiciones de trabajo, como la eliminación de pluses y de bonificaciones y recortes en el seguro médico de los jubilados. Han pasado, por lo tanto, apenas trece meses hasta la presentación del ERE, que a falta de la documentación que debe aportar la empresa, debe afectar, por ley, a un mínimo de un diez por ciento de la plantilla, a unos 24 trabajadores en total, 16 al menos en Toledo.
Durante los últimos años, la empresa ha hecho dos anuncios grandes inversiones en la ciudad. En 2019, durante los 23 Galardones Empresariales de Toledo, adelantó que invertiría 11 millones de euros para ampliar su factoría de la ciudad. Dos años después, La Tribuna informaba de que Alcaliber tenía previsto inaugurar en el primer semestre de 2022 su nueva planta de producción construida en el complejo que la compañía tiene en el polígono industrial de Toledo. En las instalaciones, que ya contaba con el visto bueno del Ministerio de Sanidad, se invertirían 20 millones de euros.
LUCHA POR EL EMPLEO.
Ahora el Comité de Empresa tendrá que recibir la propuesta patronal, de la gente afectada y las indemnizaciones, así como la documentación pertinente al estado de la empresa y las previsiones de futuro. La idea de Martín es buscar soluciones para parar este ERE y luchar por todos y cada uno de los empleos, «porque es una empresa que siempre ha funcionado, no bien, sino lo siguiente, no tenemos prácticamente competencia».
El Comité de Empresa también anima a los trabajadores a estar preparados para, tras conocer los planteamientos empresariales, hablar con las administraciones o hacer cualquier tipo de protestas para garantizar que se garanticen los puestos de trabajo.