Alerta policial en Carnavales tras el crimen de Halloween

F. J. R.
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Han pasado más de tres meses y medio desde el asesinato de un joven en el Parque Lineal y no se han producido detenciones. Los vecinos del barrio tienen miedo y, ante una nueva festividad de disfraces, se potenciará la vigilancia de la zona

Alerta policial en Carnavales tras el crimen de Halloween - Foto: David Pérez

La madrugada del pasado 31 de octubre se produjo uno de los crímenes más violentos de la ciudad en los últimos años. Un chico de 21 años que paseaba junto a un amigo por el Parque Lineal del Polígono perdió la vida tras recibir un machetazo en el cuello. El único motivo de tan atroz acto fue un teórico robo; aparentemente, porque finalmente el asaltante se marchó del lugar sin el dinero.

El único testigo del asesinato describió al autor como un varón de un 1,75 metros que hablaba «con acento que podía ser latinoamericano». Llevaba un machete  y ocultaba su rostro con una máscara «tipo calavera», aunque un grupo de menores que pudo verlo antes la describió sin margen de duda como la misma que lleva Jason, el protagonista de las películas de terror de Viernes 13. 

La icónica máscara de portero de hockey es uno de los disfraces más populares de Halloween y, ahora que se acercan las fiestas de Carnavales, muchos en el barrio no pueden dejar de pensar que algo similar ocurra.

El hecho de usar una máscara es la parte que más está complicando la investigación para encontrar al asesino. Hasta el momento se ha practicado un registro domiciliario, que incluyó el trastero de la vivienda y el coche del teórico sospechoso. Pero no se encontró nada que pudiera relacionarse con la muerte del joven, y todo ha terminado con una denuncia por denuncia falsa en los tribunales.

El otro gran sospechoso de los primeros pasos de la investigación, de nuevo un vecino de la zona donde ocurrieron los hechos, tuvo intervenidos sus teléfonos por orden de un juez más de diez días, sin que la Policía Nacional pudiera encontrar un solo indicio que le relacionara con el caso.

Muchos en el barrio piensan que la investigación está en punto muerto, pero desde el grupo de Policía Judicial de Toledo no se ha dejado en ningún momento de trabajar en el caso. Hay una especial motivación por encontrar al asesino, y creen que el trabajo dará finalmente sus frutos.

Mientras, en el barrio la inseguridad no ha desaparecido, aunque sí que es cierto que ha descendido levemente con el paso de los meses.

El Parque Lineal, cuyo alumbrado fue repuesto tras el suceso, sigue desierto por las noches; y los llamados 'Pisos Negros', una urbanización de vivienda pública de la Junta con un 20% de okupación en sus 148 inmuebles, son vistos con temor ante la escalada de conflictividad en los últimos años.

Tráfico de drogas, prostitución y  amenazas conforman el panorama de los 'Pisos Negros', en los que se han okupado hasta los trasteros del garaje por un grupo de unos 20 jóvenes de orígen magrebí.

La investigación policial considera probado, a raíz del testimonio de unos menores de esa zona, que el asesino de Halloween salió del garaje de las 148 viviendas, lo que no hace más que alertar a los vecinos.

Con todo este coctel, es normal que las fiestas de Carnavales de este próximo fin de semana estén marcadas en rojo en los calendarios de la policía.

Lo prioritario es velar por la seguridad ciudadana y, según fuentes policiales a las que ha tenido acceso La Tribuna, no preocupa tanto el hecho de que pueda producirse una nueva actuación del asesino, sino problemas entre algunos jóvenes que traten de imitar el disfraz de Viernes 13.

«No creo que estemos ante un psicópata, aunque es algo que tampoco se puede descartar, pero preocupa más de cara a Carnavales que a alguien le partan la cara, y con razón, por hacer el tonto con según qué disfraz», explica un agente de la Policía Nacional.

La pasada semana el Ayuntamiento de Toledo elaboró el protocolo para el correcto desarrollo del desfile de Carnavales, y se trata de unas fiestas en las que ya de por sí se refuerza la presencia de Policía Local por la gran cantidad de gente que se congrega.

Ahora, con la Policía Judicial muy atenta a lo que ocurra en el Polígono, no será raro ver también un refuerzo de las Unidades de Prevención y Reacción (UPR) en las calles de Toledo.