Los vídeos grabados súbitamente para documentar las extraordinarias riadas generadas el miércoles por el temporal prometían daños descomunales en Cobisa, quizá la población más arrasada por la descarga de la gota fría. El recuento a vuelapluma de la concejal de Política Social, Igualdad y Participación Ciudadana, Marisol Núñez, radiografía la magnitud del desbordamiento: unas 100 casas afectadas, la mitad de ellas con consecuencias muy graves, y unos 40 vehículos vapuleados. Un drama para este municipio próximo a la ciudad de Toledo.

«Parece una zona de guerra», describe apesadumbrada la miembro del equipo de Gobierno encabezado por Félix Ortega. La concejal atendió ayer a los medios provinciales y nacionales estremecidos por esos vídeos que desfilaban de un móvil a otro. Como el del joven que gritaba fuera de sí porque el agua rompió el muro de la finca y entró enfurecida en la casa.

«Las casas están destrozadas. Las familias se han quedado sin nada», retrata Núñez. La tromba de agua penetró en los hogares y dejó capas de hasta dos metros de altura. Los afectados achicaban el miércoles agua, y ayer comenzaron la reconstrucción de sus vidas. Sin agua, ni luz, ni ropa.

Cobisa: El temporal arrasa unas 100 casas y unos 40 coches - Foto: Yolanda LanchaEl arroyo de la Degollada cruza de punta a punta Cobisa, un municipio del alfoz de la ciudad de Toledo con más de 4.000 empadronados. Resulta excepcional que el cauce que atraviesa subterráneamente el pueblo conduzca agua, pero la tromba descargada (aún desconocía el equipo de Gobierno la cantidad exacta en Cobisa aunque aportaba los 55 litros por metro cuadrado de la ciudad de Toledo) taponó el encauzamiento y apelotonó la bajada desde la sierra de Layos.

Por ello, la dañina riada se limitó a unas pocas calles arracimadas junto al cauce del mencionado arroyo de la Degollada: concretamente, la avenida de Castilla-La Mancha, la Veguilla, Torrentero, Huerta, Antonio López, Ricardo Sainz, Clara Campoamor y Peñas Huecas.

rescates. La Guardia Civil auxilió en Cobisa a dos sexagenarios franceses mediante la formación de una cadena humana y la ayuda de una cuerda para evitar ser engullidos por la corriente. Los agentes rescataron en esas angustiosas horas a numerosos conductores y ocupantes que habían quedado atrapados en la avenida de Castilla-La Mancha, en la entrada de este municipio,  por fuerza de la riada. Como una madre con sus niños. O el conductor de un autobús junto a un viajero discapacitado, a quien encontraron muy nervioso y asustado.

Cobisa: El temporal arrasa unas 100 casas y unos 40 coches - Foto: Yolanda LanchaLa construcción de viviendas en el cauce favorece las consecuencias dramáticas en temporales insólitos como el del miércoles. La lluvia comenzó hacia las 15:30 horas y duró apenas una hora o 90 minutos. El Ayuntamiento de Cobisa se había reunido anteriormente con la Confederación Hidrográfica del Tajo para abordar una solución a estas riadas porque hay un antecedente cercano aunque lejano en gravedad: 2019. La canalización de todo el pueblo puede suponer un desembolso de seis millones de euros.

El Ayuntamiento habilitó el pabellón polideportivo para albergar a las familias despojadas por la DANA (acrónimo de Depresión Aislada en Niveles Altos), el choque de una masa de aire frío en altura con aire caliente de la superficie. Sin embargo, los damnificados encontraron acomodo en casas de allegados o de desconocidos que ofrecieron sus viviendas para alojar a los perjudicados.

Además, el Ayuntamiento sacó a la calle al personal municipal y a las maquinarias, además de la contratación de tres empresas con vehículos pesados, para devolver el brillo a una calles convertidas en lodazal. La vía pública quedará limpia en horas, pero las viviendas serán otro cantar.

Los coches suponen otra vertiente grave de las consecuencias de la gota fría. «Han flotado y están apareciendo en todos los puntos del pueblo», explica al respecto la concejal de Política Social, Igualdad y Participación Ciudadana. En este sentido, calcula que puede haber entre 30 o 40 dispersos por el municipio y con posturas imposibles, como recuerdo fantasmagórico de que, en ocasiones, la naturaleza manda.