A puerta cerrada, el juicio por el crimen de Yeles

EFE
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La fiscal ha solicitado que el juicio con jurado popular se celebre desde hoy sin personas ajenas al proceso. El ministerio público pide 40 años de prisión contra el acusado por matar a su cuñada y por tentativa contra otra mujer

A puerta cerrada, el juicio por el crimen de Yeles - Foto: Ismael Herrero

El juicio con jurado popular contra un hombre acusado de matar, en agosto de 2019, a su cuñada, que tenía una discapacidad, y de acuchillar a otra mujer en el municipio toledano de Yeles, para el que la fiscal ha solicitado 40 años de prisión, se celebrará a puerta cerrada tras la petición del Ministerio Fiscal.

La Audiencia Provincial de Toledo alberga desde este lunes este juicio de la Sección Segunda, previsto hasta el día 8 de abril, si bien no pueden acceder al mismo ni los familiares ni el público después de que, antes del inicio del interrogatorio al acusado, la fiscal haya solicitado que se lleve a cabo a puerta cerrada para garantizar la intimidad de los familiares y de la víctima, a cuya petición se han adherido tanto la acusación particular como el letrado de la defensa.

La elección de los miembros del tribunal del jurado, compuesto por nueve titulares y dos suplentes, se ha realizado en poco más de una hora y, justo antes de iniciar la primera vista la fiscal ha apelado al artículo 25 del Estatuto de la Víctima que recoge la posibilidad de que las sesiones del juicio se celebren sin presencia de público y a puerta cerrada.

En concreto, el Ministerio Fiscal ha considerado que el desarrollo del juicio puede afectar a los familiares de la fallecida y a la otra víctima, por lo que ha hecho esta solicitud para "garantizar o intentar que no se vulnere la intimidad" de los mismos, y la letrada de la acusación particular se ha adherido a la solicitud al igual que el abogado defensor "también con el fin de proteger la intimidad" de su defendido y de sus familiares, ha explicado.

El magistrado presidente ha aceptado la petición porque ha entendido que, en este caso, "prima la protección del derecho a la intimidad y a la propia imagen al menos de una de las víctimas y de la familia de la persona fallecida".

Asimismo, ha indicado que "deben ser limitadas las posibilidades de que se tomen imágenes de los testigos que prestarán declaración si fuera necesario".

El acusado se enfrenta a 40 años de cárcel por los delitos de asesinato con alevosía de su cuñada (por el que el fiscal ha pedido 20 años), robo con violencia del dinero de la pensión de la víctima asesinada (cinco años) y asesinato en grado de tentativa de la otra víctima (15 años).

Además, la Fiscalía ha pedido para el acusado el pago de costas procesales, una indemnización de 150.000 euros para la familia de la fallecida y más de 10.000 euros para la otra víctima por las lesiones y secuelas.

Los hechos se remontan al 1 de agosto de 2019 a las 14 horas, cuando, según el escrito del Ministerio Público, el acusado acudió a una cita de naturaleza sexual en el domicilio de la mujer con la que se había citado de manera previa, ubicado en Yeles.

Con la pretensión de permanecer más tiempo en esta casa y ante la necesidad de consumir más cocaína y adquirir dinero para pagar los servicios sexuales, el acusado salió a las 17 horas de este domicilio y se dirigió en un vehículo de su suegro a la casa de su cuñada, que tenía un grado de minusvalía certificado del 82 por ciento, a sabiendas de que había cobrado la pensión que le correspondía por su incapacidad porque era quien habitualmente acudía al domicilio para darle de comer.

Una vez en casa de su cuñada, el procesado cogió una llave de hierro para cambiar ruedas de camiones al prever que ella iba a negarse a darle el dinero de su pensión, y así lo hizo desde una banqueta en la que estaba sentada en el salón de su vivienda, lo que enfureció al acusado que, con la intención de causarle la muerte o al menos aceptando que podría producirse y aprovechándose de la deteriorada situación física de la mujer, la golpeó con la llave y con una banqueta y le provocó múltiples fracturas craneales que le llevaron a la muerte.

Cogió el dinero en billetes que su cuñada tenía en la cartera y regresó a la casa de la mujer con la que se había citado, donde siguió consumiendo cocaína y alcohol hasta las 5:00 horas, cuando le pidió a ella dinero para ir a comprar más sustancias, pero esta se negó y se dispusieron a dormir.

Sin embargo, el acusado se levantó a por un cuchillo de la cocina y volvió para aprovecharse de que ella dormía boca abajo y, con la intención de matarla o sabiendo que podía hacerlo, le asestó una puñalada en la espalda, ante lo que se giró e intentó defenderse, por lo que recibió otros golpes, hasta que salió corriendo al pasillo y pidió auxilio a su compañero de piso.

Entonces, el acusado salió corriendo semidesnudo de la casa y dejó en el domicilio sus pertenencias, mientras que la mujer fue asistida de urgencia por los servicios sanitarios.

La Fiscalía mantiene en su escrito de acusación que dos días antes de suceder los hechos, el acusado estuvo consumiendo alcohol y drogas, lo que provocó la afectación de su capacidad volitiva pese a mantener intacta su capacidad intelectiva en ambos episodios.

A su modo de ver, concurre la atenuante de cometer los delitos en estado parcial de intoxicación por consumo de bebidas alcohólicas y drogas.