Enrique Sánchez Lubián

En el Camino

Enrique Sánchez Lubián


Biblioteca Municipal ‘Almudena Grandes’

31/03/2022

Con los votos en contra del Partido Popular y de Vox, el Ayuntamiento de Toledo ha aprobado dar el nombre de 'Almudena Grandes' a la Biblioteca Municipal del Polígono. Se reconocen, así, tanto su valor literario como su condición de referente cívico por la libertad, el feminismo, la justicia social o la memoria histórica, dando voz y presencia a quienes durante años, silenciados por el franquismo, no las tenían. Ella, además, protagonizó allí una multitudinaria presentación de su novela 'Las tres bodas de Manolita', tercera entrega de su exitosa serie 'Episodios de una guerra interminable'.
El próximo año se cumplirán cuarenta de la apertura de esta biblioteca. Fue la primera puesta en marcha por el Ayuntamiento toledano en la actual época democrática. Inició su andadura en un sótano, sin ventanas, de lo que por entonces era un edificio administrativo construido por el MOPU. Como todo en aquella barriada, desarrollada en los sesenta con la finalidad de descongestionar industrialmente Madrid, cada logro social, cultural, deportivo, educativo, asistencial o festivo fue ganado a pulso por sus vecinos. La reciente producción del documental 'La Standard. La construcción de un barrio' o las distintas publicaciones del ex concejal Ángel Dorado dan cumplida razón de aquellas reivindicaciones. Los primeros residentes del Polígono bien podrían protagonizar alguna obra de Grandes, trenzando historias de solidaridad, esfuerzo, lucha política y sindical por recuperar las libertades, apoyo mutuo y, superando carencias, conseguir hacer de la nada una comunidad. En ese empeño, la biblioteca y quienes en este tiempo la han atendido también han sido esenciales.
Las bibliotecas, no lo olvidemos, ayudan a transformar la sociedad. Como hace años escribió Blanca Calvo, referencia imprescindible de este tema en nuestra región y ex consejera de Cultura con José María Barreda, contribuyen a romper la injusticia y la ceguera, siendo, añadía, «herramientas que pueden ayudar como pocas a que los ciudadanos abran sus ojos para ver y su boca para hablar cuando hay necesidad de decir algo». A partir de ahora, que ese 'algo' pueda expresarse aquí al amparo de Almudena Grandes será, pese a quien pese, una evocadora y simbólica alegría. Y a sus puertas, ¡ah!, no se olviden de poner su nombre con letras tan notables como fue ella.