Ojo a los propietarios de mascotas: después de dos años, este domingo por fin podrán llevarlos a la bendición de San Antón con total normalidad. Tras la onomástica celebrada en el día de ayer, la cofradía de San Antonio Abad de Toledo vuelve a organizar un fin de semana cargado de actividades, que tendrá como actividad muy destacada la bendición de los animales este domingo.
Pero no será, ni mucho menos, la única actividad. Este fin de semana de fiestas en San Antón comienza el sábado, con la acostumbrada candelaria. A las seis y media, en la ermita, se desarrollará la misa, para media hora más tarde encender la fogata, en presencia de los bomberos y con todas las medidas pertinentes de seguridad. La luminaria puede ser una tradición ancestral El hermano mayor de la cofradía, Manuel Bargueño, lleva desarrollándola 27 años, pero la recuerda de toda la vida. Desde luego, hay recibos en la cofradía 1937. Pero seguro que las llamas se encendía muchos años antes.
A partir de ese momento, comienzan las tradicionales quínolas, como en el Valle o la Bastida, y los hermanos de la cofradía también podrán ir a recoger sus roscas y tomar limonada.
Bendición, el domingo. El domingo 22 el santo por fin volverá, después de tres años, a recorrer las calles de San Antón. Será a partir de las once. Una vez concluida la procesión, nueva misa, previa a la bendición de animales, que comenzará sobre las doce del mediodía.
La cofradía ha preparado nada más y nada menos que mil panecillos con anís para repartir entre los propietarios de los animales. Todo estará preparado, con sus vallas, porque se espera una gran acumulación de personas y mascotas, para que pacientemente, el párroco bendiga animal a animal.
A la bendición no solo acuden perros y gatos, que son las mascotas más normales. Bargueño explica que sus dueños llevan desde peces pequeños hasta caballos, pasando por animales como cerdos vietnamitas, como el que ha llevado durante años anteriores un vecino de Bargas. También hay algún hámster y pájaros. Al final esta tradición transciende a toda la ciudad, hasta la bendición llegan animales de todo Toledo e incluso de pueblos. Los hermanos de la cofradía son de diversas ciudades. A la postre, muchas personas con sus orígenes en el barrio de San Antón han querido seguir apegados al mismo, aunque vivan en Madrid o Guadalajara, y han permanecido en su cofradía. Hoy son 428 hermanos, a pesar del bajón que sufrieron con la Covid.