La expresidenta de Castilla-La Mancha, María Dolores de Cospedal, aseguró este martes que dejó una región mejor de la que se encontró en el año 2011, cuando accedió al Ejecutivo tras ganar las elecciones de aquel año.

En una entrevista concedida a la televisión y radio pública CMMedia, la expresidenta hizo balance de su gestión en una «época tremendamente dura» con un déficit cercano al 7% y 12.000 millones de deuda, en la que los castellanomanchegos supieron hacer lo que se tenía «que hacer», que fue «apretarse el cinturón». Cospedal aseguró que «no sabíamos cómo pagar las facturas, con un fracaso escolar enorme y con problemas para mantener la sanidad pública», y añadió que en esa época «se oía hablar de recortes», aunque «se recorta cuando hay, pero cuando no hay se administra lo poco que hay».

Ganarse a los Votantes

Como secretaria general del PP que fue durante 10 años, jugó un papel clave en recorrido político de Pablo Casado y Paco Núñez a la Dirección del PP a nivel nacional y regional respectivamente, y de ellos dijo que «tienen que seguir su camino, tomar sus decisiones y tienen que ganarse el reconocimiento de la militancia y de los votantes, que es algo muy difícil de hacer».

En pleno proceso electoral en Castilla y León, y ante la más que probable posibilidad de que el PPgobierne con Vox, pidió no demonizar a esta formación porque es «un partido democrático como cualquier otro, que no tiene que pedir perdón por lo que piensa». En este sentido, dijo no entender que se «vea bien» que el PSOE gobierne «con Podemos, con Bildu, con ERC o con los comunistas» y que al tiempo «se demonice a un partido político como Vox». «Si se tiene que gobernar con Vox, pues se gobernará con Vox» remachó.

Cospedal dijo que mantenía su vocación política, «eso se tiene siempre», pero descartó su regreso a la primera línea en esta actividad. Sin embargo, no cerró del todo la puerta al afirmar que «nunca se puede decir de este agua no beberé».