La plantilla actual del servicio de Cirugía General cuenta con 14 cirujanos y cuatro residentes, a los que se suman más de una decena de enfermeras y otras tantas auxiliares. Según el hasta hace unos días jefe del servicio, Jesús Timón, es una cifra acorde a las necesidades, no así la distribución actual de camas. En este sentido, explica que Cirugía ocupa junto a Urología la segunda planta del hospital, donde hay 35 camas. «Con mucha frecuencia tenemos 34-35 pacientes y los tenemos dispersos por todo el hospital, y eso no es bueno».
Es uno de los retos para la actual responsable del servicio, Sagrario Martínez. «No se puede tener mejor sucesora y tengo la fortuna que creo que va a ser la primera jefe de servicio de Cirugía de toda Castilla-La Mancha», destaca Timón, para añadir que, a nivel nacional, tan sólo hay cuatro mujeres ocupando este cargo. Timón destaca además que en el ‘Nuestra Señora del Prado’ «no hay ningún servicio que tenga tanta proporción de mujeres entre adjuntas o jefes de sección y residentes», en concreto 10 mujeres y 7 hombres.
Lo curioso es que Martínez llegó al centro hospitalario tras ser rechazada en dos hospitales de la región «por ser mujer», afirma la actual responsable del servicio de Cirugía General y jefe de sección desde 2007. La llegada a Talavera de Sagrario Martínez (Ocentejo, Guadalajara, 8 septiembre 1963), se produjo el 20 de marzo de 1994 y está ligada a la implantación de la laparoscopia en España. Fue contratada para implantarla en Talavera, donde Martínez utilizó por vez primera esta técnica el 18 de octubre de 1994 para una intervención de vesícula.
Desde entonces, a través de laparoscopia se han intervenido entre 5.000 y 6.000 vesículas, si bien esta técnica se ha hecho extensiva a otros como hernia de hiato, suprarrenales, estómago o colon. «Ya hacemos prácticamente laparoscopia en todo», afirma Martínez, quien añade que, en la actualidad, Talavera, junto a Alcázar y Ciudad Real, es donde más laparoscopias se llevan a cabo.
Martínez ha trabajado con Timón durante 21 años, ha sido su compañera de guardia y han creado juntos el servicio «por especialidades, por secciones, y creyendo en la Cirugía Sin Ingreso, que era lo que nos iba a dar más posibilidades de tener más camas y de aumentar la actividad». Asegura que su reto ahora es «fácil» porque es «continuar» la tarea que ambos iniciaron.
Reconoce que el hecho de ser mujer es todavía un handicap por ser «muy pocas» y porque «en los foros el cirujano hombre todavía está visto». Sin embargo, Martínez reconoce que en Talavera, al llevar dos décadas en el hospital, «me conoce mucho la gente y no hace distinciones».
Sobre su rechazo en dos hospitales por el hecho de ser mujer, Martínez precisa que en esa época las mujeres eran «un problema porque íbamos a tener niños, a faltar al trabajo». Para romper con este estigma, pone como ejemplo que, en el servicio de Cirugía de Talavera, las profesionales que han sido madres no han faltado al trabajo «nunca, estrictamente sus bajas maternales».
Destaca que cuenta con el apoyo total del servicio de Cirugía como responsable, cargo desde el que pretende «seguir avanzando». «Tenemos todavía muchas cosas que hacer», dice, aunque también recuerda los avances conseguidos.
Martínez destaca en este sentido el logro de la sección de la patología mamaria, donde se ha pasado de mastectomías radicales al desarrollo de la cirugía oncoplástica. También destaca los avances de la sección de coloproctología por la parte laparoscópica y en lo que concierne a la incontinencia fecal. En la sección de digestivo superior se introdujo la obesidad desde 2010, año desde el cual se han operado 54 pacientes «con unos resultados magníficos» y con un equipo multidisciplinar del mismo área. Queda pendiente, y entre los retos de Martínez, la reconstrucción plástica para estos pacientes que pierden una gran cantidad de kilos, que terminarán asumiendo los cirujanos de digestivo superior, como en su día hicieron lo propio los de mama con esa zona, explica.
Martínez destaca la implicación de los residentes con el hospital: «Por su hospital matan, por Talavera matan», afirma entre risas. En este sentido, explica que en este centro «operan lo que no operan en muchos sitios», al haber menos personal que en otros hospitales de mayores dimensiones.
También está completamente implicada con el centro talaverano la propia Martínez, quien se desplaza a diario desde Madrid hasta Talavera para trabajar en el ‘Nuestra Señora del Prado’. «No somos un hospital de segunda, somos un hospital con medios limitados pero no de segunda», afirma con rotundidad, para añadir que, por tanto, dentro de sus límites, «al ciudadano se lo tenemos que resolver al cien por cien». «Si tenemos el potencial, tenemos los cirujanos y tenemos las máquinas, podemos hacer lo mismo que en el ‘12 de Octubre’», sostiene, para añadir que en 2013 en Talavera se operaron 11 cánceres de páncreas, una cifra superior a la registrada en hospitales terciarios de Madrid.