Los concesionarios no se recuperan de la crisis de la Covid

J.Monroy
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El sector de la automoción no termina de alcanzar las cifras en las que se encontraba en 2019, justo antes de desatarse la pandemia

María Ángeles Martínez, presidenta de la Asocaición de Talleres y Concesionarios de Toledo. - Foto: David Pérez

En un año normal, se deberían matricular en España entre un millón y 1,25 millones de vehículos para que el sector tuviera algo de estabilidad. Este año, si todo sigue igual, llegarán a final de año a las 800.000 unidades. Así lo apunta María de los Ángeles Martínez, presidenta de la Asociación de talleres y Concesionarios de Toledo, quien recuerda que desde la pandemia, quitando el año 2020, que fue todavía peor, las cifras de venta de vehículos en España se están asimilando a las de la anterior crisis económica de 2008, cuando se vendieron entre 750.000 y 900.000 vehículos durante cuatro años.

Los concesionarios vivieron un año 2019 en el que comenzaban a recuperarse de la anterior crisis, cuando llegó la pandemia, con caídas del 90 por ciento durante unos meses, a la que siguió la crisis de los semiconductores y ahora la guerra de Ucrania, que además de la subida de precios dificulta la llegada de suministros de litio. En definitiva, las cifras de venta no remontan desde que aterrizó el coronavirus.

Los datos generales, insiste Martínez, son «regulares, tan solo un poquito mejores de lo que venían siendo». A nivel nacional, hay una caída de 10,8 por ciento, con un retroceso mensual entre particulares del dos por ciento y del ocho por ciento en su conjunto. Son datos muy similares a los de 2021, pero que nada tienen que ver con 2019. Solo en la provincia este último mes ha habido datos en positivo, lo que supone una excepción respecto al resto de España, «pero a nivel semestre seguimos estando en negativo, casi un quince por ciento, un poco más que a nivel nacional».

¿Qué factores están llevando todo esto? Martínez hace un repaso a situaciones como el encarecimiento del combustible; o el problema de los chips y los semiconductores que, sigue afectando a los vehículos nuevos. En enero parecía que este último problema iba en vías de solución, pero a la postre los problemas de componentes que vienen de Ucrania lo ha recrudecido. En estos momentos, apuntan desde la patronal, está habiendo muchos retrasos. Unas marcas están mejor que otras, pero puede haber una lista de espera de ocho a diez meses. Esto explica que este mes haya repuntado ligeramente, porque es cuando han llegado los pedidos del último semestre del año.

A todo ello hay que unir los problemas de la demanda. La incertidumbre económica y la inflación hacen bajar los pedidos, que ahora están por debajo de los primeros meses del año. «Así que la situación no es muy halagüeña».

En lo positivo, Martínez destaca que las matriculaciones a nivel de empresas se han incrementado, están renovando su flota, bien por conveniencia, bien por necesidad. También se ha duplicado la actividad de los talleres. Como consecuencia de la venta de menos coches, el parque ha envejecido y los usuarios tienen que llevarlo más al taller.

Los coches de ocasión, por su parte, se están vendiendo bien. Aquí el problema también es de stock. Ante la incertidumbre económica, los usuarios están optando por esta opción. Pero las marcas se nutren, sobre todo, de los vehículos que devuelven los concesionarios y cada vez se los están reemplazando con más tiempo. Así que deben trabajar más para tener un buen producto.

Soluciones. Ante esta situación, Martínez insiste en la idea de que los concesionarios necesitarían en España una ayuda a nivel nacional. Igual que la existe para los coches eléctricos y los puntos de recarga el Plan Moves, entiende que sería necesario promover ayudas para el parque tan antiguo que existe.

Hay un 45 por ciento de coches de más de 13 años, recuerda la presidenta de los concesionarios, lo que influye en más emociones y en problemas de seguridad. Así que «aunque fuera con un plan más pequeño, habría que facilitar al consumidor medio, que no todo el mundo puede o debe tener un híbrido o eléctrico, la compra de un coche de combustión».