Enrique Sánchez Lubián

En el Camino

Enrique Sánchez Lubián


Hidra ultra

23/09/2021

Cuenta la mitología que en el lago Lerna, custodiando la entrada al inframundo, vivía una hidra dotada con varias cabezas, que se regeneraban por dos cada vez que perdía una. En el segundo de sus doce trabajos, Hércules libró un duro combate con ella hasta matarla. Luego, mojó la punta de sus flechas en la sangre de la bicha para que fuesen mucho más mortíferas cuando hiriesen a sus rivales. La simbología de la hidra ha sido utilizada recurrentemente para representar las diferentes ramificaciones que el mal puede alcanzar en la sociedad. En nuestros días, la ultraderecha, al igual que semejante monstruo, utiliza variados rostros para extender sus proclamas de odio, intolerancia, racismo u homofobia.
Raro es el día en que los noticiarios no recogen alguna manifestación de sus actitudes extremistas. Un día es Santiago Abascal, o cualquier otro de los portavoces de Vox, realizando incendiarias intervenciones en el Parlamento, llamando ‘bruja’ a una diputada socialista o encarándose inquisitorialmente con una periodista. Otro, los ‘Abogados Cristianos’ (asociación que algunos vinculan con la organización ‘El Yunque’, de marcados rasgos fascistas y antisemitas, creada en México para luchar contra Satanás, el comunismo y el liberalismo) se querellan contra el doctor Fernando Simón por la gestión de la pandemia. Bajo el paraguas de una supuesta entidad vecinal, desfilan por las calles de Madrid amenazando al colectivo LGTBI y a los inmigrantes. Y en el Parlamento Europeo, muestran sin rubor su oposición a incluir el delito de ‘violencia de género’ en el Tratado de la UE o reconocer los derechos de las parejas del mismo sexo, ante la indiferencia de los eurodiputados españoles del Partido Popular que en ambas cuestiones se abstuvieron.
Aunque para la mayoría de ciudadanos tales comportamientos suscitan irritación y enérgico rechazo, inquieta ver cómo semejantes expresiones de odio son cada vez más frecuentes, no faltando quienes los blanquean pactando con ellos en ayuntamientos y comunidades autónomas, jaleándoles en las redes sociales o deslizando complacientes comentarios en ciertos medios de comunicación. Y así va alimentándose esta perniciosa hidra, permitiéndosele multiplicar sus cabezas y enseñándonos, cada vez con menos complejos y mayor virulencia, sus fauces repletas de ponzoña. Intolerable.