José Luis Arroyo

Rayadas Millennials

José Luis Arroyo


La imprescindible educación en valores

05/04/2022

Todos los tipos de violencias son inadmisibles, sin matices, sean perpetradas por Will Smith en Hollywood o por un padre contra una maestra y un educador social en un instituto de Sonseca. Una agresión está fuera de toda lógica y justificación, no existe tal derecho a proteger a la familia a tortazos, por lo que tales acciones tienen que tener un duro reproche jurídico pero también social.
Querer ser empático con el camorrista, que se atreve incluso a buscar motivos a su comportamiento propio de un energúmeno, sólo conduce a extender entre los más jóvenes la falsa creencia de que con las agresiones se pueden resolver cualquier conflicto y muestra de ello es el demoledor y conciso mensaje que, rápidamente, Jade Smith twitteó tras la más bochornosa actuación televisada de su padre: «Y así es como lo hacemos».
Por mucho que se pretenda pervertir el debate educativo con la eterna confrontación política, que sin duda puede ser motivo para una columna en otra ocasión, hay razones para afirmar que la educación en valores cívicos y éticos es imprescindible en la escuela.
Las familias son un elemento insustituible para la socialización y la protección de la infancia, pero no son suficientes, por lo que es necesario que el sistema educativo proporcione una visión diversa y plural que garantice el aprendizaje de la buena ciudadanía.
Además, la sociedad en su conjunto tiene la obligación de contribuir a fomentar la cultura de la paz, el respeto a los derechos humanos y la convivencia, de una manera activa, que permita a la juventud obtener una conciencia crítica frente a conductas deleznables, ya sean llevadas a cabo por las celebrities adineradas o por cualquier de su entorno más cercano.
Finalmente, quiero referirme a la importancia que tiene el fortalecimiento de la participación asociativa entre la juventud para la promoción de los valores de civismo, conciencia solidaria y altruismo. Más en un momento en el que la desatención de las organizaciones juveniles, a partir de 2011, está muy relacionada con el auge de la intransigencia que también amenaza la educación en valores en la escuela, agravada, además con la exigencia de determinados sectores de la censura al profesorado que supone lo que eufemísticamente se ha denominado 'veto parental'. Dicho tejido asociativo ha sido indispensable para el proceso de transformación de la sociedad española situándola por ejemplo a la cabeza de la vacunación, de la solidaridad en donaciones, de respeto a los derechos de la población LGTBI y comprometida con la consecución de la igualdad real entre hombre y mujeres.