Se trata de un capítulo más de uno de los males endémicos de Toledo. La vía que comunica el barrio de Santa María de Benquerencia con el centro de la ciudad. En esta ocasión, el inicio de las obras de drenaje en la calzada de la TO-23 provocaron atascos durante el pasado fin de semana, siendo el más notable el detectado, tanto por vecinos como por las autoridades municipales, al mediodía del pasado sábado.

Y es que las obras de drenaje para prevenir nuevas inundaciones que se estaban acometiendo en los entornos de esta vía empezaron a influir en la antigua carretera de Ocaña desde el pasado viernes. A partir de esa fecha se acometerán cada fin de semana desde las diez de la noche del viernes hasta las seis de la mañana del lunes, así hasta finales del mes de marzo. Desde el Ayuntamiento reconocen que se produjeron retenciones, creen que de hecho «es muy posible que estas vuelvan a producirse con los próximos cortes de tráfico», pero reiteraron que es un «trámite que hay que pasar porque las obras son necesarias para evitar males mayores». Así lo explicó  el concejal de Movilidad y Seguridad Ciudadana, Juan José Pérez del Pino, que reconoció que es «incuestionable que se produjeran molestias», pero que trataron de concentrarlas en los fines de semana para reducirlas lo máximo posible. Del Pino pidió paciencia a los ciudadanos y animó a verlo desde otra perspectiva, la que analiza la necesidad de acometer estas obras en la zona.

Precisamente, los vecinos mostraron su comprensión con el consistorio acerca de esa necesidad, pero denunciaron que «no se comunicó con la suficiente antelación o previsión y los cortes de tráfico pillaron por sorpresa a muchos toledanos». Sonia Méndez, portavoz de la Asociación de Vecinos 'El Tajo', consideró que ese fue el principal motivo del atasco, porque aunque mencionan que la asociación alertó de esto días antes, desde el Ayuntamiento «no informaron hasta el viernes a las siete de la tarde, tres horas antes del inicio de las obras». Una situación que para los vecinos «vuelve a poner de manifiesto el mismo problema de siempre, que solo hay una vía de acceso entre Toledo y el barrio del Polígono».

TERCER CARRIL. A las obras de drenaje de la TO-23 le seguirán las que habilitarán un tercer carril para agilizar el tráfico. O, al menos, esa es la intención del Ayuntamiento. Del Pino afirmó que el tercer carrill, lo que bautizó como la segunda fase de las obras actuales, se llevará a cabo inmediatamente después de estas porque «van por buen camino, el proyecto está en el ministerio y nosotros pensamos que ya no se va a parar. Detrás de esta primera fase irá la segunda».