El CD Toledo acude a Apelación

J. M. Loeches
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El club verde insiste en que hay errores manifiestos en las amarillas a Rodri y Mamau, que no podrán jugar este domingo ante el Calvo Sotelo Puertollano por cumplir ciclo

El CD Toledo acude a Apelación - Foto: Yolanda Lancha

Después de que el Comité de Competición haya anulado la segunda amarilla a Mamau, que le costó la expulsión en el partido del pasado domingo en el San Marcos frente al CD Quintanar del Rey, el CD Toledo ha acudido al Comité de Apelación de la Real Federación Española de Fútbol porque entiende que la primera del centrocampista y la que vio Rodri tampoco se ajustan a las pruebas de vídeo aportadas. Hay que recordar que para ambos es la quinta y no podrán jugar ante el Calvo Sotelo Puertollano, este domingo en el Salto del Caballo (18:00 horas).

En relación a la tarjeta de Rodri, mostrada por “derribar a un contrario en la disputa el balón”, el cuadro verde replica que “no zancadillea al rival” y que “se observa claramente en el visionado de las imágenes que el jugador contacta con carácter previo a la pelota que cede a un compañero y es el jugador rival el que fruto de la inercia, impacta con nuestro futbolista, cayendo al suelo; estamos ante un caso claro de anticipación”.

De hecho, adjuntan también que “la anticipación a un contrario en la disputa de un balón que tiene como consecuencia un derribo no constituye infracción alguna de las descritas en el art.111.1 del Código Disciplinario de la RFEF y menos aun en cualquiera de las conductas tipificadas como sancionables dentro de la Regla de Juego nº 12 de la IFAB”.

Es más, el CD Toledo aclara que no está intentando en que se modifique el criterio arbitral en cuanto a la calificación de la jugada en cuestión, ni tampoco que se reinterprete la acción, sino que se trata de un error material y manifiesto, puesto que no se existe “ni intención ni la acción descrita”.

En cuanto a la primera amarilla a Mamau, el colegiado reflejó como motivo para enseñarla “disputar un balón aéreo con el brazo extendido, impactando en la cabeza de un adversario, de forma temeraria”. Para intentar anularla, el escrito refleja que “el jugador salta en la disputa del balón con los brazos en alza de suerte que es materialmente imposible que haya podido existir contacto con el jugador adversario, que finge deliberadamente una presunta agresión que no fue”.

Así las cosas, desde el club aseveran que no se advierte en modo alguno que la actuación del jugador haya sido temeraria o imprudente como sostiene el acta arbitral, “pues se trata de un lance del juego exagerado por el equipo rival”. Y, como en el caso anterior, sostienen que hay un error manifiesto, y tampoco piden una reinterpretación ni que se modifique el criterio arbitral en cuanto a la calificación de la jugada: “Apelamos al buen criterio de este Comité, pues no terminamos de entender que haya anulado una tarjeta a uno de nuestros jugadores con un visionado de imágenes muy lejano y no haya podido apreciar los argumentos de esta parte en el caso que nos ocupa”.