El antiguo Jaime de Foxá ya lleva el nombre de Rosa Parks

J. Monroy
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El centro escolar, no obstante, apuntan desde el Ampa, conserva los mismos problemas, con goteras en el comedor y dificultades de acceso en la entrada trasera

El antiguo Jaime de Foxá ya lleva el nombre de Rosa Parks - Foto: VÁ­ctor Ballesteros

Un año aproximadamente ha llevado a la comunidad educativa del antiguo colegio Jaime de Foxá, en el barrio del Polígono, el conseguir que se cumpla la Ley de Memoria Histórica, y que el centro se llame Rosa Parks, tal y como se eligió en una votación. Porque fue a finales de 2020 cuando el Claustro de Profesores y el Consejo Escolar decidieron (con el visto bueno de Educación) cumplir con la Ley y quitar al primer colegio del barrio el nombre del que fuera Gobernador Civil de la dictadura de Franco. Tras un proceso en el que se implicó todo el centro, el 4 de enero de 2022 por fin se cambió su nombre a Rosa Parks, en honor a la activa luchadora contra el racismo.

Fueron los propios niños, a partir de tercero de Primaria, los que desarrollaron trabajos de investigación para buscar un posible nombre, mejor mujer y mejor del Polígono o de Toledo. Quedaron nueve finalistas (tres nombres elegidos por los niños, tres por los padres y tres por el colegio). Al final, por votación entre padres y alumnos, se eligió en las penúltimas navidades el nombre de Rosa Parks. Yahí se quedó todo hasta ahora.

La presidenta del Ampa, Sonia Méndez, expresa la satisfacción de la comunidad educativa ante el visto bueno de Educación y de la junta de Gobierno local. De forma que «estamos contentos con el nombre, porque Rosa Parks significa mucho». Aunque lo que le sorprendió es que entre las nueve mujeres elegidas, había ocho con nombres castellanos y Parks, y a la postre esta fue la elegida.

El proceso, por otro lado, suscitó algunas polémicas en el Polígono. Algunos nostálgicos pidieron que se conservara el nombre del lugar donde estudiaron, otros veían innecesario entrar en estos debates en un año de pandemia. También Vox llevó al Pleno municipal una propuesta en la que trató sin éxito de ensalzar la labor del delegado franquista.

En aquel momento, el edil de Educación y Cultura, Teo García, ya respondió a Vox que huyera de problemas y que respetara la decisión de la comunidad educativa, «no hay que buscar problemas donde no los hay, porque la fórmula está superada». A su juicio, por encima de todo hay que ser respetuoso con los procedimientos, padres y autonomía del centro. Y si la comunidad educativa ha pedido el cambio de nombre y la Junta da el visto bueno, el Ayuntamiento tiene que aprobarlo.

Siguen los problemas. Durante este año de trabajo para se cumpla la Ley, el Ampa del Rosa Parks no ha dejado de hacer por otro lado las reivindicaciones habituales. De hecho, Méndez apunta que, lamentablemente, «cambiamos de nombre, pero la situación es la misma».

El comedor está inutilizado, por goteras, desde Filomena, lo que ha llevado a que los niños coman en el gimnasio, con lo que «es un espacio menos, tal y como está hora la cosa con la Covid». Desde la Junta, han ido a ver la situación, pero en el colegio no ven proyecto, ni soluciones.

Tanto el propio colegio, como el Ampa, llevan tiempo exigiendo al Ayuntamiento un arreglo de las entradas principales del centro, que es el más antiguo del barrio. Así lo vienen pidiendo los padres desde 2018. A las aceras levantadas por los árboles, se unieron los efectos de Filomena, y las entrada se quedaron en arena. Sí se ha llegado a arreglar hace poco la entrada principal, pero han dejado igual la entrada lateral, «donde están las baldosas sin poner y los niños entran por un tramo de tierra». Para Méndez, «no tiene sentido que hayan hecho un trozo de acera y no hayan doblado la esquina para acabar la actuación».