Los empresarios del Casco, del entorno de Reyes Católicos, están esperado pacientemente a que termine la obra municipal, que esperan que pueda concluir en plazo. Así lo explica Arancha Heredero, responsable del Área de Urbanismo y Medio Ambiente de la Federación Empresarial Toledana (Fedeto). De momento, se está desarrollando en temporada baja de turismo y es una actuación necesaria, pero esperan que no se extienda más de lo esperado.

El pasado jueves, vecinos y comerciantes del entorno se reunieron con el Ayuntamiento para estudiar los pormenores de la importante obra municipal. Allí los segundos trasladaron su deseo de que «la obra se extienda lo menos posible, que se lleve con la mayor celeridad y se realice en plazo». Reconocen los comerciantes que se trata de una obra larga y posible, que puede llegar a «incordiar», pero lo tienen asumido. Como es todavía temporada baja «tienen paciencia sabiendo que hay que realizar la obra, solo pedimos desde Fedeto celeridad, que la terminen cuanto antes».

Por lo demás, desde Fedeto, Heredero agradece al Ayuntamiento su cercanía. Siempre que ha habido algún problema o alguna dificultad durante el transcurso de esta importante actuación. Hay contacto permanente «y cualquier cosa que surge a pie de obra, se soluciona». Lo mismo ocurrió en otras actuaciones como calle Comercio o Río Jarama, «y así seguimos funcionando, todo se soluciona en el momento en el que surge». Lo que no se puede impedir es que la actuación pase por las obras de los establecimientos.

Sentidos de la calle. Lo que todavía parece que no está definido es si la calle terminará siendo de sentido único, de entrada a Toledo, o seguirá manteniendo, al menos en el tramo más cercano al Cambrón, el sentido de salida. Desde el inicio de la obra, el Ayuntamiento ya informó a Fedeto de que ambas posibilidades estaban sobre la mesa, y que habría que estudiarlas con tranquilidad.

Heredero entiende que todavía queda tiempo para estudiar estas posibilidades. Los comerciantes y Fedeto se tendrán que sentar todavía y hacer su valoración.

Finalmente, Heredero se muestra convencida de que la obra será beneficiosa no solo para los comerciantes, sino también para los residentes y los turistas. «Es una obra, como las demás, necearía, por el bien de la ciudad», apunta, convencida de que «hasta que no se termine una obra, a veces no se ve lo necesaria que era», como ha ocurrido en la calle del Comercio «que nos parecía que estaba bien, nos preguntábamos que por qué había que arreglarla, y ahora no tiene nada que ver». El problema sigue siendo «que las obra hay que sufrirlas y nadie queremos obras».