Toledo, la provincia de CLM con los precios más caros

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El INE publica el IPC, cuya tasa interanual en Toledo se sitúa en un 7,9%, cinco décimas por encima de la general. Los alimentos, las bebidas no alcohólicas y el carburante son los productos que más se han encarecido en este inicio de año.

Toledo, la provincia de CLM con los precios más caros - Foto: Yolanda Lancha

El estreno de 2022 vuelve a inquietar desde el punto de vista económico. El Instituto Nacional de Estadística (INE) acaba de publicar la estadística de del IPC (Índice de Precios de Consumo)  y los datos apuntan subidas generalizadas de la mayoría de los productos, con un aumento del IPC interanual de febrero hasta el 7,4%, un porcentaje que refleja su decimocuarta  tasa positiva consecutiva a nivel nacional. Además, si se observan los datos por provincias, los precios en Toledo continúan disparados, puesto que la variación interanual del IPC se sitúa en un 7,9%, lo que confirma que esta provincia es la que mayores porcentajes acumula de Castilla-La Mancha a pesar de que su variación mensual haya caído un 0,2%.

La estadística del INE ha puesto al descubierto una subida del 0,6% del IPC en febrero respecto a enero en líneas generales, pero lo más llamativo, sin duda, es que la tasa interanual escala hasta el 7,4%, la más alta en los últimos 30 años, puesto que para buscar este tipo de cifras hay que remontarse hasta julio de 1989. En estos momento, se registra una subida de precios generalizada, pero destaca, sobre todo, el encarecimiento de los alimentos y bebidas no alcohólicas y los carburantes. Además, hay que sumar el comportamiento de los precios de la electricidad, que han bajado menos que lo hicieron hace un año.

El INE incorpora en el avance de datos del IPC una estimación de la inflación subyacente (sin alimentos no elaborados ni productos energéticos), que aumentó en febrero seis décimas, hasta el 3%, con lo que se sitúa más de cuatro puntos por debajo de la tasa del IPC general.

En principio, las expectativas que se planteaban para primavera serán inasumibles por el conflicto bélico en Ucrania, con lo que el escenario pinta que la desaceleración que en principio se planteaba tendrá que esperar y estará condicionada a la duración y la gravedad de esta guerra.