El alcalde de San Martín de Pusa, Alberto Lucero, recibió ayer pasadas las 13:30 horas una llamada de los servicios de emergencias. Un conductor se había quedado atrapado por la crecida del arroyo Navajatas y estaba encaramado en el techo a la espera del rescate. La fuerza del agua arrastró unos 50 metros el coche del vecino de San Bartolomé de las Abiertas, que estaba en pleno reparto de comida.

Así lo explicaba a este diario el alcalde, quien estuvo cerca del conductor hasta que los bomberos del Consorcio del parque de Belvís de la Jara pusieron a salvo al hombre de mediana edad. Precisamente, el agua había arrastrado el coche unos 50 metros dentro del núcleo urbano hasta quedar encajonado en unas piedras. Justo antes del salvamento, el vehículo había empezado a ceder de nuevo por el ímpetu de la corriente.

Precisamente, San Martín de Pusa fue uno de los municipios gravemente afectados por el ínfimo caudal de la presa de abastecimiento de la Mancomunidad del Pusa; tanto, que los consistorios firmaron un acuerdo con un particular para la cesión del agua de dos pozos por la extrema necesidad. Sin embargo, las abundantes precipitaciones de ayer obligaron a desalojar el caudal del pantano de manera extraordinaria. «Nunca había visto el embalse al 10 por ciento ni como hoy -por ayer-», reconocía el alcalde de San Martín de Pusa y presidente de la Mancomunidad del Pusa sobre sus años en el cargo. Incluso con la expulsión deliberada el lunes, el agua superó o casi la altura de las compuertas.

Estado de la presa de la Mancomunidad del Pusa tras las lluvias45 incidencias. Los servicios de emergencias atendieron ayer entre la medianoche y las seis de la tarde un total de 45 incidencias en la provincia, principalmente por achiques de agua o caída de ramas. El lunes, a las 17:37 horas, un conductor quedó atrapado también en una rotonda de la avenida de Europa de Illescas. Los bomberos del Consorcio y la Policía Local acudieron al rescate, y una grúa retiró el automóvil.