El mundo de la cultura toledana ha tenido que lamentar este fin de semana la muerte de Joaquín María Campos, último encargado de la mítica librería anticuaria Balaguer, situada en la calle cardenal Cisneros, frente a la Puerta de los Leones de la Catedral. Hace más de cuatro años que cerró sus puertas, dejando huérfana a la ciudad de un referente en el mundo de los libros antiguos que se mantenía desde 1942.

Joaquín no pertenecía a la familia de los fundadores originales de la Librería Anticuaria Balaguer, pero se encargó durante años de mantener un negocio por el que todo toledano amante de la lectura pasó en algún momento de su vida. Hombre amable, buen profesional del mundo libro y, especialmente, amante de la lectura, se encargó de darle un aire de novedad a la Librería Balaguer, manteniendo libros históricos, pero contando en su catálogo con todo tipo de publicaciones locales y provinciales. En sus fondos se podía encontrar cualquier obra editada por la Diputación desde casi sus orígenes, por muy descatalogada que estuviera, y siempre se ofrecía consejo a aquellos coleccionistas ávidos de magníficos ejemplares. Con todo, la escasez de demanda le abocó al cierre en 2016. Joaquín era esposo de Lucía Serrano, jefa de protocolo de la Presidencia de Gobierno de Castilla-La Mancha, que también trabajó muchos años en el Ayuntamiento de Toledo.