Ignacio Ruiz

Cabalito

Ignacio Ruiz


Turismo y calidad

13/07/2022

La compatibilidad entre turismo y calidad es absoluta, ¿les suena la Q de Calidad Turística? Lo malo es la equiparación entre calidad y gasto. Si sólo se otorgara la cualidad a una cuantificación monetaria, estaríamos reduciendo, en mucho, el valor de la calidad.
Porque un turista, sin tener en cuenta su poder adquisitivo, puede valorar, de forma muy positiva un mero detalle que, para otros, no tenga importancia. Porque, tenga usted, querido lector, en cuenta que la calidad es algo subjetivo y muy personal. No por ello deja de ser valorable o cuantificable, sino que, no podemos adentrarnos en los prejuicios, experiencias previas o expectativas futuras de otros.
Lo que sí puede hacer el Turismo, y así lo hace, es apostar por la creación de itinerarios y procedimientos, operaciones y tareas que estén muy profesionalizadas. Y, sí, también estandarizadas. Que estando María o estando Juan, el producto/servicio sea siempre adecuado. Además, tenemos que ser capaces de personalizar, cada vez más, el producto turístico, pues el turista actual así lo está demandando.
El Big Data y la hipersegmentación son herramientas al servicio de la oferta para conseguir que la demanda, sea la que sea, y venga de donde venga, queden satisfechos por la experiencia vivida en un destino o territorio turístico.
Bien es cierto que, si trabajamos por un Turismo de calidad, es preciso contar, de forma indiscutible con la colaboración de 3 actores fundamentales: administración pública, empresariado e instituciones académicas dedicadas a la capacitación turística de futuros profesionales en sus diferentes niveles.
La colaboración público-privada es fundamental para llegar más lejos y conseguir objetivos colectivos más complejos. Y el turismo de calidad es un objetivo muy complejo.
Intentemos no quedarnos en la superficie y en la frase hecha que dice: el turismo de calidad es caro. Porque no es cierto. Se puede tener mucha calidad y no suponer un gran desembolso económico para el turismo.
El turismo de calidad precisa de profesionales que sean excelentes en la atención al cliente, que en la personalización de su producto/servicio sean capaces de satisfacer a todos y cada uno de los clientes que tengan el gusto de atender.
La apuesta es compleja, por un sector imprescindible en nuestro país, que ha de ser competitivo contra otros destinos turísticos y otros mercados.