«Echo de menos de la administración más liderazgo»

C.M.
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Presidente del Grupo de Entidades Sociales CECAP

Andrés Martínez, presidente de CECAP. - Foto: David Pérez

El presidente del Grupo de Entidades Sociales Cecap afronta el nuevo curso con la «ilusión» de seguir consolidando la apuesta por un modelo inclusivo que gracias a esta «herramienta organizacional» -porque «no somos organizaciones»- ha empapado una sociedad abierta a las capacidades y los talentos diferentes. Encabezando este proyecto multisectorial y gratamente funcional -en tiempo, forma y contenido-, Andrés Martínez representa la fuerza motora de quien aspira a conformar una potente red de colaboración, intercambio e intervención llamada a atender las necesidades de ciudadanos que ya, por fortuna, alzan su voz para reclamar lo que, por derecho, es suyo.  

Lo cierto es que han cambiado mucho las miradas en los últimos años. ¿Cómo se siente tras el esfuerzo realizado y la buena respuesta obtenida?

Estoy contento. Creo que hemos influenciado para bien a otras entidades sociales, hemos empoderado mejor a los protagonistas y a sus familias en la línea de romper diagnósticos y de sentirse siempre como ciudadanos de segunda. Los profesionales nos hemos educado mucho más en el aspecto técnico, lo que nos ha otorgado un perfil más metodológico y especializado.

Desde Cecap, a través de diversas estrategias, se aboga por una atención coordinada y fuertemente trasversal. El Grupo articula el Servicio de Capacitación Cecap, el centro especial de empleo Futurvalía Multiservicios Empresariales con Fundación Ciees , y la entidad prestadora de servicios a la juventud.

Sí, y de cara al año que viene estamos estableciendo líneas de innovación. El servicio de capacitación -el primero tanto en la región como en el país- tiene como objetivo seguir afianzando su metodología en capacitación y, sobre todo, en el trabajo individualizado de jóvenes en riesgo de exclusión por razones de discapacidad.

En este aspectos estamos muy orgullosos porque son dispositivos que nos dan un potencial importante, y creo que todavía se los puede sacar muchas más productividad trabajando de una forma más trasversal, desde Educación, Empleo y Bienestar Social. Pero la administración debe hacer un poder para coordinar estos estamentos, porque desde un mismo dispositivo se pueden atender muchas necesidades.

¿Hacia dónde caminan en esta atención individualizada?

El reto está en generar proyectos nuevos. Estamos testeando ahora un dispositivo de análisis biomédico porque en el estudio de perfil de cada uno de estos jóvenes, de sus características individuales, estamos viendo la necesidad de recabar información sobre su estado de salud. Se trata de ir más allá de lo que tienen desde la Sanidad Pública porque necesitamos pruebas de testeo anuales que nos permita ver su evolución ya que, evidentemente, nos encontramos con un colectivo de riesgo respecto al deterioro.

De hecho, existen dos datos que nos han confirmado que esta línea es prioritaria. Uno es el informe de vulnerabilidad de Cermi y la Once realizado en los primeros seis meses del año. El dato clave fija que el mayor colectivo con vulnerabilidad en el marco de la salud es la persona con discapacidad intelectual, que es dónde tiene el foco Cecap. Recuerdo que el porcentaje es del 26,4%, y eso nos confirma que íbamos por buen camino.

¿En qué punto se encuentra ese dispositivo de análisis biomédico?

Llevamos dos años detrás de esta idea, hemos hablado con muchas aseguradoras y sitúan a estas personas como colectivo de alto riesgo. En el marco de la Seguridad Social se encuentran también en una especie de travesía del desierto que no llega, en ocasiones, a las respuestas que esperamos, y las aseguradoras no permiten entrar más allá de participar en un seguro familiar o similar. Esta realidad requiere que apoyemos la actuación de una manera correcta porque partimos de que una persona es vulnerable no sólo por sus competencias cognitivas, intelectuales y demás, sino por todo el conjunto de una globalidad en el que a nivel individual el estado de salud y estos parámetros biomédicos son claves.

Necesitamos dispositivos que están en la cotidianidad de estos jóvenes, estamos trabajando una estrategia con algunos colaboradores y especialistas del sector que nos aporten su experiencia porque esta es una disciplina que nos genera respeto porque la desconocemos.

Trabajan en otro proyecto nuevo centrado en la formación profesional. ¿Cómo se presenta?

Sí, dentro del servicio de capacitación estamos viendo cómo dar respuesta a una carencia que es histórica, que viene a ser su formación profesional. Soñamos con la posibilidad de generar planes de formación, ya como una escuela de estudios o una universidad abierta a los jóvenes que tienen especial dificultad ante el empleo.

¿Con qué fórmula?

Lo teníamos diseñado hace tiempo y estamos testeando mucho las opiniones en torno a una propuesta formativa donde las personas con estos perfiles pueda obtener un elenco de acciones formativas consistentes, todo un año trabajando en un oficio. Tenemos detectados los sectores productivos donde ellos son más eficientes por sus perfiles, y dentro de ellos los oficios. Cada uno de ellos llevará en sí un plan de formación, queremos que la persona tenga acceso a esa propuestas.

Ahora estamos recabando los planes formativos de todos los oficios y vamos con el orden temporal de noviembre y diciembre para cerrarlo y poder sacarlo en enero.

¿Estará presente la Administración pública?

Estamos con el Gobierno regional y con el Ayuntamiento. La idea es que participen, aunque es un proyecto contemplado desde la autogestión. No lleva inversión pública, pero sí nos interesa que estén los agentes públicos como dinamizadores, y como no, ligar estas iniciativas a sus planes de políticas sociales.

También en el empleo se está avanzado en la unión con la empresa.

Sí, a través del proyecto Futurvalía estamos yendo al ecosistema de las empresas trabajando desde el marco de la Responsabilidad Social Corporativa. Intentamos fortalecer esta línea para poder seguir apoyando a las empresas es esa generación de planes estratégicos en RSC. Venimos durante dos años siendo apoyados desde la Fundación Soliss para hacer llegar a las empresas esta cuestión, para que vean que puede ser una estrategia corporativa que los puede generar un valor añadido. Y nos va bien, tenemos un buen recorrido con las empresas, un contacto muy directo.

Y sobre todo, están siendo ágiles y efectivos.

Es verdad que estamos buscando siempre fórmulas para ser ágiles en la contratación. De hecho nos encontramos sondeando otra línea en torno a la gestación de una empresa de trabajo temporal social, una ETT social, y nos interesa mucho precisamente por dar una calidad a los contratos temporales.

En este punto, sabemos que el Gobierno regional ha trabajado mucho en promover el incentivo en contratos indefinidos, pero es cierto que muchas veces la primera experiencia laboral es un contrato temporal. Quizá necesitan iniciar así su vida laboral y como tal no encontramos tantas ayudas en este marco. En este concepto de ETT nos ayudan muchos colaboradores a este nivel y externos, de Cataluña y Andalucía, y aunque llevamos año y medio en esta línea, tiene cierta dificultad. A pesar de ellos, desde el punto de vista operativo nos puede dar una mayor llegada a esa empleabilidad.

¿Están contentos con los porcentajes de empleabilidad?

Estamos contentos con los resultados en este ámbito, en los primeros seis meses estamos en un 77% de empleabilidad. Y es una brutalidad porque el grupo de participantes -que están en un marco de potencial acceso al empleo-, está en 87 y de ellos 56 ya adquirieron empleo en los seis primeros meses. Vamos muy bien en la tendencia de llegar al 100% este año. Y es que aunque entro del grupo de laboral hay más de 87 chicos, muchos están en fases más iniciales y no los integramos en ese dato, de ahí que seguiremos trabajando en la mediación empresarial como lo estamos haciendo.

Se ha referido a la estrategia prestadora de servicios a la juventud (EPSJ) Cecap Joven. ¿Los retos?

Desde Cecap Joven la herramienta de innovación social clave está siendo ‘Moviliza-t’, es una de las cinco app en el mundo que gestiona voluntariado y la única que tiene la funcionalidad de geolocalización. El Gobierno regional y la Universidad están unidas en este proyecto para potenciarlo, porque ya colaboran 70 entidades sociales a nivel regional, volcando su oferta de voluntariado. Conseguimos que cualquier persona pueda inscribirse en estas ofertas de manera ágil y online dinamizando la participación.

Estamos consiguiendo consolidar la app, tanto a nivel regional como nacional, porque queremos reunir a entre 100 o 150 entidades en la región, y lo datos están siendo positivos en el incremento del voluntariado.

No olvidan las líneas relacionadas con el emprendimiento.

Sí, con Fundación Ciess estamos trabajando fuertemente en la línea de emprendimiento inclusivo con ‘Social Bussines Factory’, una línea muy bien acogida tanto por el colectivo como por las instituciones.

Estamos tanto en la formación como en la incubación de estas empresas, y también trabajamos en la línea de deporte, utilizando este paraguas como un agente de dinamización. Ahora estamos en la idea de sacar la Fundación Club Deportivo Toledo para generar un montón de acciones dentro del deporte inclusivo.

Desde el inicio han sabido aprovechar la labor investigadora en torno a los Observatorios de la especificidad. ¿Cómo se contempla este aspecto a de cara al próximo año?

Es una línea muy interesante, tenemos acuerdos con varias universidades para generar investigación social.  Estamos muy ilusionados con varios estudios, uno de ellos -el orquestado con la Universidad de Elche ‘Miguel Hernández’- se refiere a los estresores que influyen en la persona con discapacidad en los primeros días de incorporación en el puesto de trabajo.

Todos estos aspectos, que no son pocos, sin perder de vista la constante labor de concienciación.

Sí, trabajar en el modelo inclusivo implica desarrollar una labor de concienciación en torno a esa bidireccionalidad, porque no podemos olvidar que debemos influir en los distintos ecosistemas, en el empresarial y en otros tejidos que confluyen en nuestro entorno.

El proyecto ‘Diversitas’, en el marco de cultura, trata de propiciar esta imagen positiva eliminando los mitos en torno a estos jóvenes, y haciendo aflorar esos talentos. Esta intervención posee un desarrollo importante y una acogida brutal; nos ha servido para fortalecer aún más el aspecto de la concienciación.

La sensación, a la vista de los retos y los resultados, es inmejorable.

Sí, ahora estamos trabajando en lo que llamo tuberías, con reuniones y análisis, pero entendemos que son iniciativas que nos van a dar una respuesta mejor a las realidades con las que trabajamos. Y claro, estoy contento de que, desde la base sin dejar de tener lo pies en el suelo, seguimos mirando por los ojos de los protagonistas, continuamos creando ese impacto positivo en todo este ecosistema tan maravilloso que es nuestra sociedad, en la que todos participamos. Es una gran red.

Pronuncia muchas veces el concepto de red, ¿es realmente posible tejer una auténtica red inclusiva?

Sí, vosotros formáis parte de esa red, somos herramientas organizacionales. Esto es importante, no somos organizaciones ni empresas, aunque nos gestionamos como tal, somos herramientas, es un concepto que sirve a alguien para conseguir un fin. Es muy bonito conectar con la idea de que tu disciplina le ha servido como un fin a uno de nuestros jóvenes. Cuanto más pueda influir en el ecosistema más se le favorece, estar siempre conectados con la persona que nos necesita.

Y esa conexión se ha propiciado, de forma más directa, porque son los protagonistas los que reclaman. Pero ¿no cree que están haciendo el trabajo a la administración?

En este marco de red todos los agentes son necesarios, y es verdad que tenemos que ir todos a una velocidad pareja, porque esta falta de adecuación hace que la persona en concreto sufra esta disonancia de velocidad.

Quizá sí echo de menos de la administración más liderazgo de los procesos, que esté más ágil a la hora de ser prescriptor del tema. Este retraso, por ejemplo, se siente cuando en la Consejería de Empleo todavía no se ha abordado el marco de la Responsabilidad Social cómo si han hecho otras comunidades como Extremadura y la Comunidad Valenciana. Hay marcos donde la administración tiene que poner el acento, y más en estos cuatro años de legislatura, es de recibo abordarlo para ir a la misma velocidad que las entidades, las familias y las personas.

Sobre todo cuando el trabajo ya está hecho, ¿no?

La parte técnica y normativa la tenemos, ya no hay que buscar, tenemos metodología, herramientas, experiencias, precedentes, lo tenemos todo para que la administración lo reciba. Quizá en el desarrollo que hemos tenido desde el terreno hemos adquirido una velocidad de crucero en la que ese elefante, llamada administración, por su burocracia y funcionamiento interno tiene el riesgo de quedarse atrás respecto a la necesidad a la que de, ya de alguna forma, se está dando respuesta.

Y el riesgo que corremos la entidades, que lo hacemos, es que adquirimos responsabilidades que no nos competen porque te das cuenta de que el tiempo pasa para quien lo necesita. Tal vez si que podamos estar propiciando que la administración se relaje.

Eso a pesar de que la Administración tiene instrumentos para ser más ágil y flexible.

La administración debe ser el líder ante la idea de sociedad inclusiva. Muchas veces somos las entidades las que lideramos los procesos porque vamos adelantadas, al estar en el terreno vivimos la realidad de cerca. Es complejo, pero el reto es apasionante porque la sociedad cuenta con los mimbres para ir hacia adelante. Y sí, quizá no está sabiendo aprovecharlo porque la administración tiene canales para ser más ágil, es un tema de voluntad, de ponerse sobre el terreno para articularlo y evitar estos retrasos.

Además asegura, no es todo presupuesto.

No todo es presupuesto, a veces lo ven sólo desde este ámbito, pero no es esto, se trata de trabajar de forma colaborativa en dar respuesta en ese concepto de red desde todos los marcos sociales, sanitarios, educativos y formativos. Son debilidades que deben analizar, la desconexión entre distintas consejerías claves en este marco. El servicio de capacitación está vinculado a tres escenarios -Bienestar Social, Empleo y Educación- y aunque se firmó un pacto no sabemos si ha llegado a ser operativo porque la realidad necesita de respuestas y estamos viendo que no hay interrelación. 

Además, los servicios de capacitación necesitan unificar criterios y estructuras porque ya existen modelos. Y qué más da cómo se llaman, si es un servicio de capacitación debe llevar esta etiqueta de calidad. Hay que hacerlo así.

Está todo inventado.

Así es, ahora tenemos herramientas tecnológicas que nos permite unificar los procesos. Si ya está, la administración sólo debe decir que quiere hacerlo porque nosotros no tenemos ninguna inquietud mercantilista ni ponemos dificultades presupuestarias, estamos deseando trabajar en ese marco de colaboración.

De hecho, me preocupa que hacemos equipos endogámicos, en la realidad de Cecap, por eso la formación de los profesionales debemos hacerla en conjunto con equipos de otras provincias, porque los intercambios son esenciales. Tenemos que lograr que haya una trasferencia de conocimiento, porque cuánto talento hay en distintas localidades que no estamos sabiendo gestionar.