Un millón para la cubierta y las humedades del Transparente

F. J. Rodríguez
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El Cabildo está en conversaciones con una fundación norteamericana para poder costear la siguiente gran actuación en la Catedral. Los trabajos en la obra maestra barroca de Narciso Tomé cambiarán la pizarra de su cubierta y reparará los daños del agu

Transparente de la Catedral de Toledo. - Foto: Yolanda Lancha

Era una prioridad, pero terminó siendo aplazada por una urgencia. La restauración de la cubierta y las humedades del Transparente de la Catedral es un asunto que preocupa desde hace más de un año al cabildo toledano. Únicamente el desprendimiento de una piedra de la torre de la Primada, y el descubrimiento del terrible estado de tres de sus caras, ha servido para aplazar una actuación más que necesaria. Y es que, desperfectos en la cubierta de pizarra de la mítica obra de Narciso Tomé han provocado que se acumule el agua y la consiguiente humedad borre parte de las pinturas del conjunto.

La claraboya exterior, muy característica por su inusual forma, está cubierta por pizarra, una técnica que el propio deán de la Catedral, Juan Miguel Ferrer, califica como «muy audaz», pero que propicia que una vez se oxidan sus clavos comiencen a desplazarse hacia abajo por puro efecto de la gravedad. Si a eso sumamos la lluvia, el viento y los bruscos cambios climáticos de la ciudad, el cóctel es perfecto para abrir unas fisuras que han terminado afectado a la obra maestra del barroco que protege.

Con todo, únicamente los actuales trabajos de urgencia en la torre han evitado que los andamios estén colocados sobre el Transparente. La obra estaba ya incluso presupuestada, y el deán la cifra en, aproximadamente, un millón de euros.

Es una cantidad similar a la que se va a invertir en la torre de la Primada. Con la salvedad de que presupuestariamente ese coste se va a distribuir en dos ejercicios, el actual y el próximo.

La Catedral cuenta, según explica el propio Juan Miguel Ferrer, con una partida de un millón de euros anual destinada a rehabilitación. La torre y el Transparente se comen cada uno toda la partida, por lo que el cabildo se ha lanzado en busca de financiación que les ayude a acometer los arreglos.

Esa ayuda está próxima a llegar, y podría proceder de una fundación norteamericana con la que andan en conversaciones. El deán no suelta prenda. No quiere que nada se trunque hasta tenerlo firmado, pero según ha podido conocer este diario se trataría de la World Monuments Fund (WMF), una organización privada, internacional, sin fines de lucro, dedicada a la preservación de sitios de arquitectura histórica y patrimonio cultural de todo el mundo a través de trabajo de campo, promoción, concesión de subvenciones, educación y formación.

Con todo, mientras se concreta ese acuerdo, las mejoras en la catedral no dejarán de sucederse. El nuevo llagueado de color oscuro que se va a emplear en la torre de la Catedral, que era el original de su construcción, producirá el trampantojo de ver la torre como un único bloque de granito. Juan Miguel Ferrer es consciente de que una vez se emplee esa técnica deberá ampliarse a todos los muros de la Seo.

Además, las miras de la Catedral van más allá, y se ha invertido en una red informática con la intención de contar con wifi en todo el monumento. Además, se realizarán conexiones para ofrecer señales de radio y televisión en alta definición, así como un nuevo sistema de cámaras de vigilancia que, desde lo ocurrido en Notre Dame, se antojaba más urgente. «Aquí no puede suceder algo así, porque no hay cubiertas de madera», tranquiliza el deán al respecto. 

El cambio de la caldera tras un suceso con humo hace muchos años (se acumuló hollín y terminó ardiendo) y la sustitución del sistema antiincendios del archivo catedralicio han sido otras de las mejoras aplicadas en los últimos años.