Todos contra el rey

Carlos de Torres (EFE)
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La llegada de los Alpes hace albergar esperanzas a los rivales de Pogacar, que se está mostrando intratable

El corredor esloveno marcha líder y ha cosechado dos triunfos de etapa. - Foto: GUILLAUME HORCAJUELO

La segunda jornada de descanso amaneció ayer con todo el pelotón libre de COVID después de las pruebas realizadas el pasado domingo. Con la salud asegurada, de momento, los protagonistas descansaron con el líder, Tadej Pogacar, en el centro de foco. Yes que el 'buen patrón' del Tour hace reflexionar a sus rivales. ¿Cómo acabar con su dominio? Granon y Alpe D'Huez quizás tienen la respuesta. 

El esloveno ha dejado claro en las nueve primeras etapas que es el 'número uno', y que va con paso firme al tercer Tour consecutivo. El corredor de Komenda, de 23 años, ha flotado entre las favoritos en la crono de Copenhague, en los adoquines de la Roubaix, en la montaña de La Planche des Belles Filles, y ha rebañado segundos cada vez que ha podido. Su dominio le han dado dos triunfos de etapa.

La general no refleja daños irreparables. La superioridad de Pogacar le eleva 39 segundos sobre el danés Jonas Vingegaard (Jumbo) y 1,17 minutos respecto al británico ganador del Tour 2018 Geraint Thomas (Ineos). Este es el podio provisional en una segunda jornada de reposo que se repartió en el entorno de Morzine, desde donde se adivinan las cumbres que causarán dolor de piernas esta semana.

«El Tour empieza ahora», comentó ayer un ilusionado Nairo Quintana. Esto lo comparten los escaladores y los equipos que ya están diseñando cómo asaltar a Pogacar, con la fórmula de dejarle pronto sin equipo y atacar de lejos. Con esos planteamientos el Tour entra en 'territorio comanche'.

Mañana, primera cita estelar, con la undécima etapa entre Albertville y la cima del Col du Granon Serre Chevalier, de 152 kilómetros. Examen para los favoritos en una jornada que requiere concentración. Cuatro puertos: uno de segunda categoría, otro de primera y dos especiales.

Como aperitivo los Lacets de Montvernier (3,4 kilómetros al 8,3 por ciento), para seguir con el Col du Telégraphe (Primera; 11,9 kilómetros al 7,1, con la cima a 1.566 metros). A continuación el legendario Col du Galibier (Especial; 17,7 kilómetros al 6,9 por ciento, con el techo a 2.642 metros). Por si fuese poco, la meta estará ubicada en el Col du Granon Serre Chevalier (Especial; 11,3 kilómetros al 9,2 por ciento, a 2.413 metros de altitud). 

Y el jueves... El Alpe D'Huez, que se sumará al 14 de julio, día de la Fiesta Nacional francesa. Después de la paliza el día anterior, el pelotón tendrá que afrontar otro día de alta montaña, con un recorrido que incluye tres puertos de categoría especial, con meta en alto en el Alpe d'Huez después de sus famosas y concurridas 21 curvas.

De nuevo ante el pelotón el Col du Galiber (Especial; 23 kilómetros al 5,1 por ciento; 2.642 metros), ubicado a 32 kilómetros de la salida. Más tarde, tras el descenso llegará el Col de Croix de Fer (Especial; 29 kilómetros al 5,2, a 2.000 metros de altitud.

Para terminar la jornada, la subida al mítico Alpe d'Huez (Especial; 13,8 kilómetros al 8,1 por ciento), en cuya cima se podrían sacar las primeras conclusiones claras. El Tour entra en los Alpes. Las dudas empezarán a despejarse, si el virus lo permite y los protagonistas son capaces de gestionar con acierto sus respectivas ilusiones. De momento, todos contra Pogacar.