Sin nada en juego y con el descenso consumado, el Madridejos mostró dos caras en La Moheda. La primera, un equipo que se vio y se sintió inferior ante La Solana, que buscaba agotar sus escasas posibilidades de acceder a la tercera división de la próxima temporada, y la segunda, en la que fue un equipo respondón y efectivo, que metió el miedo en el cuerpo a su oponente. La derrota 3-2 impide que consiga ganar terreno en la clasificación.

Desde el pitido inicial, el cuadro local se adueñó de la iniciativa y llevó el peso de la contienda. Tuvo el control del balón y amenazó constantemente el área rival. El conjunto visitante no encontró en ningún momento el camino para conseguir generar peligro.

En el minuto siete llegó el primer tanto. El control al que se vio sometido el Madridejos desde el arranque, se saldó con un penalti por manos de un defensa a la salida de un córner. Pirri, desde los once metros, no perdonó, engañó a Roy y con un derechazo estableció el 1-0.

A pesar de que se vio por detrás en el marcador, el cuadro visitante no fue capaz de encontrar la vía para que su reacción se plasmase sobre el césped de La Moheda. Sólo once minutos más tarde, La Solana encontró el segundo gol. Tras una contra, Luque centró al primer palo, peinó De la Hoz ante la salida del cancerbero y Otman remachó en boca de gol.

Si con el primer tanto, el Madridejos no había sido capaz de encontrar una reacción, con el segundo terminó de bajar los brazos. Apenas consiguió conectar con sus atacantes en campo rival y simplemente se dedicó a tratar de minimizar daños ante un oponente que olió sangre y se lanzó.

Rozó el tercer tanto, a siete minutos para el descanso, Vicente tras una acción de Otman. En el minuto 42, Ángel Luis no perdonó. Vicente inició la acción con una carrera por el costado derecho y vio el desmarque, desde la banda contraria de Ángel Luis. Le encontró con un pase largo, pisó área y picó el cuero ante la salida de Roy para mandar el partido al descanso con un contundente 3-0.

La segunda parte fue muy diferente. El Madridejos despertó y sometió a su oponente. Sólo demoró diez minutos en conseguir recortar diferencias. En el minuto 55, Gato sacó una falta que se estrelló en la cruceta. El cuero cayó en las botas de Bamba que, a puerta vacía, no perdonó.

En el siguiente ataque visitante, el partido se apretó. A la contra, nuevamente Bamba logró plantarse en situación clara para anotar. Condujo hasta pisar área y batió a Fran Ucendo con un remate raso.

Lo intentó de todas las maneras el conjunto visitante en la más de media hora restante de la contienda, pero no fue capaz de generar ocasiones claras, aunque tuvo la posesión del esférico y fue dominador del choque. Sin embargo careció de puntería ante un contrincante que apuraba sus últimos cartuchos para conseguir mantener opciones de seguir en tercera división, y que con el paso de los minutos se había puesto demasiado nervioso.