Jesús Morales

Nada particular

Jesús Morales


Diferencias entre nuestra cocina y la manchega (I)

25/01/2022

Llevo un tiempo sin escribir de gastronomía seguramente porque tanto la actividad como la palabra y todo lo que la rodea, se han puesto de moda hasta el punto de llegar a producirme cierto hartazgo y es que la intensa promoción actual que de ella -la gastronomía- se ha producido tanto en los medios como en la sociedad en general supera todas las barreras de lo lógico; de todas maneras como creo que es un buen ejemplo de distinción entre nuestra tradición y La Mancha voy a nombrar algunas diferencias que espero dejen claro que aunque hay algunas semejanzas es más lo que nos separa que lo que nos une. Considero que la tradición de las cocinas y mesas manchegas se encuentra orientada hacia el sur y es en cierto modo un reflejo ya de la cocina andaluza con yodo lo que esto significa de cierta pobreza en lo que hace referencia a asados muy influidos por la manera de cocinar llagada de África por los musulmanes durante su larga estancia en España: el uso muy generoso de yerbas y especias, incluso en la matanza, así lo confirman.
Hay un guiso manchego que me parece una barbaridad, lo que llaman gazpacho manchego que es un ensamblaje de casi cualquier clase de carne, sobre todo de caza, que se comen con unas tortas que llaman galianos lo que da idea de su origen pastoril por contundencia y riqueza calórica Por emblemático que sea el guiso es poco conocido fuera de las fronteras manchegas.
Como parte  de Castilla, Castilla la Nueva, La Mancha ha compartido con toda la región castellana el plato principal de la mayoría de las mesas castellanas a diario: el cocido. Sustento primordial de toda la tierra castellana durante siglos y siglos y las variantes entre el cocido madrileño, el Toledano o el que se habrá hecho siempre en El Toboso  no son más relevantes que la diferencia que haya en el guiso de las morcillas, chorizo etc que se hayan añadido a la olla si es que se han añadido. En la parte oeste de Toledo y la región, la de Talavera y las tierras circundantes, no está tan presente la influencia histórica sureña y se nota mucho más, aunque no está completamente libre de ellas, la influencia de Castilla La Vieja en los asados liberándose de cierta cantidad de hierbas y especias que en La Mancha sí están presentes; hay claramente un parentesco mayor en nuestra manera de asar entre la reciedumbre y falta de especies de los castellanos viejos y los talaveranos y su zona de influencia, me refiero naturalmente a las carnes y al matanza porque los manchegos tienen también sus especialidades a la hora de asar de nosotros –el 'asadillo' de Valdepeñas por ejemplo. La misma y familiar sangría y grandísimos secretos cambia de nombre por el casi cómico de 'Zurracapote' aunque esta sea una diferencia muy menor. Hay platos y tradiciones gastronómicas que por alguna razón, seguramente una necesidad de elementos diferenciadores y teóricamente 'propios' han llegado a ser acaparadas por diferentes partes así curre con las migas (extremeñas, baturras, manchegas, etc) que no son sino platos de arrieros y pastores que han acompañado a la trashumancia desde hace siglos y han bajado y subido por toda España encontrando, eso sí un acodo y variantes especiales en cada lugar; en este sentido es bastante pretencioso que las migas se las pretendan apropiar en La Mancha cuando su extensión está en toda la parte central de la península; algo parecido ocurre con las gachas, plato muy popular en todas partes hace años del que en La Mancha se han apropiado sin dar mayores razones; hay por Talavera y su zona una especie de gachas dulces que se toman preferentemente en la época de los Santos, y son un postre, 'Las puches' siempre de agua y no de leche, las de leche tienen mucho de papilla.