El CF Talavera ha anunciado este jueves que Manuel Mosquera no continúa como entrenador del primer equipo. En nota de prensa, la entidad blanquiazul asegura que es una decisión «de mutuo acuerdo». El club quiere agradecer al técnico gallego «su trabajo y dedicación al frente del banquillo del primer equipo y le desea la mayor de las suertes en sus futuros proyectos deportivos». Mosquera ha dirigido al CF Talavera los ochos últimos encuentros de Liga en Primera División RFEF, cuando llegó para sustituir al cesado Víctor Cea.

Manuel Mosquera ha reconocido a este diario que la decisión del club no le causado «ninguna sorpresa y, además, me parece lo lógico y normal». Y es que el viernes, en rueda de prensa, apuntó a la posibilidad de que la entidad no decidiera su renovación, aunque dejaba abierta la puerta.

Pero el CF Talavera tiene decidido su planteamiento para la próxima temporada, con lo que «piensa de otra forma, lo que me parece perfecto». Precisamente, Manuel Mosquera estuvo el miércoles en la ciudad en una jornada de despedidas.

En su balance de su etapa en Talavera, hay que tener muy en cuenta que el descenso ha sido una realidad que «nos ha dolido a todos». Pero todo lo demás «es bueno: la estancia, el trato con todos los empleados del club que me han ayudado cada día una barbaridad». También tiene palabras hacia los dirigentes que «han estado en todo momento conmigo, han confiado en mí y cada semana han estado pendientes de lo que necesitara». Por tanto, «eso es lo que me llevo porque he estado realmente muy a gusto en el club».

En los recuerdos que se lleva de Talavera está, por descontado, la afición: «El trato me ha parecido maravilloso dadas las circunstancias y lo que nos jugábamos». Y volvió a mencionar el silencio durante el último partido en casa ante la Cultural Leonesa que se saldó con 0-5 y el descenso del conjunto blanquiazul, por el que a su juicio los seguidores «demostraron respeto a los profesionales»; y es una prueba, además, de «la madurez y la grandeza de una afición como la de Talavera».

Llegó para intentar conseguir la permanencia en la recta final de Liga en Primera RFEF: «Conocía las condiciones, sabía que eran ocho partidos y con eso me puse a trabajar».

Una de las prioridades era equilibrar, en la medida de lo posible, los minutos disputados en la plantilla ya que consideraba que era un dato muy descompensado. Pero mientras el cuerpo técnico se empleaba en esta tarea, «también debíamos lidiar con el calendario, que fue muy duro en las cuatro primeras jornadas». Ahora bien, «no me planteo para nada si era mucho o poco tiempo porque eran las condiciones en las que llegué».

Mucho se ha hablado a lo largo de la temporada de la fragilidad de la plantilla blanquiazul. En este sentido, y en cuanto a la etapa de Mosquera, el preparador declara que tras encajar la derrota ante el Celta B en el minuto 93, «noté un bajón que no era normal, era como si se hubiese descendido de categoría ese día». Aunque intentó insuflar ánimos a los jugadores, detectó que «les faltaba un poco de mentalidad más positiva».

En referencia a los futbolistas, «su comportamiento conmigo ha sido excelente y aunque no pudimos conseguir el objetivo, todo el mundo hizo un esfuerzo para que se lograse».

Inicio con victoria. El entrenador inició su etapa en el CF Talavera con victoria en el campo del Rayo Majadahonda que «fue un gran comienzo y ante un rival tremendo», que hizo renacer las esperanzas». Su balance ha sido tres victorias, un empate y cuatro derrotas.

Y terminó en el equipo blanquiazul también con triunfo en el feudo del Calahorra que «para mí era fundamental porque teníamos el objetivo de mantener la plaza de descenso». Entiende a este respecto que «el verano puede ser muy convulso con respecto a otros equipos que pueden tener problemas para salir en la categoría».

Manuel Mosquera llegó al CF Talavera procedente del desaparecido Extremadura. Una temporada complicada para el técnico que no merma en absoluto su vitalidad que «saco de cada minuto de mi vida. Creo que las energías bien mantenidas y fortalecidas dan frutos que, a veces, no tienen que ser profesionales porque, en este caso, no lo hemos podido conseguir, pero he puesto todo de mi ser para que fuese bien».