Alejandro Manzana se proclamó el domingo subcampeón de Europa de kata por equipos en Turquía; de esta forma, el conjunto nacional revalidó la plata conseguida en la edición del pasado año.
El karateca talaverano, en declaraciones realizadas a este periódico, se muestra satisfecho con el resultado obtenido en esta cita continental: «Sabe bastante bien porque conseguimos el objetivo principal, que era clasificarnos para la final y luego intentar luchar con Turquía por ese oro». Al final el Campeonato fue para el cuadro anfitrión; con lo que no queda otra que «luchar más fuerte y seguir entrenando para ver si el próximo año en Guadalajara podemos conseguir podemos conseguir ese oro».
Desde luego, los karatecas españoles eran conocedores de que en kata por equipos Turquía era el rival a batir: «El año pasado ya nos ganó en Porec (Croacia)».
Esta plata tiene más valor si cabe si se atiende a ciertas circunstancias del equipo masculino de kata: y es que Raúl Martín causó baja y entró Óscar García con el que «entrenamos tres o cuatro días porque Raúl se lesionó una semana antes del Campeonato». Pero es un hecho que el nuevo compañero «se adaptó perfectamente porque es un chico que tiene muchas cualidades y la verdad es que salió bastante bien».
Su siguiente compromiso será este fin de semana en el Campeonato de España por clubes que se celebra en Cáceres donde se darán cita casi 1.400 participantes procedentes de casi 300 clubes, más de 100 árbitros y alrededor de 300 técnicos.
Manzana competirá por el club madrileño Kyodai Galán. El equipo de kata masculino será el mismo que se acaba de proclamar subcampeón europeo. Mientras que en la modalidad de pruebas técnicas de seis estarán junto a tres karatecas femeninas y unas de ellas es Lidia Rodríguez, también subcampeona europea con el equipo nacional femenino de kata.
Durante el verano no tendrá competiciones y Alejandro Manzana está inmerso en las oposiciones a Policía Nacional «en las que me centraré hasta el siguiente campeonato; la verdad es que son bastante duras, tendré las pruebas físicas en noviembre y, si apruebo, me presentaré al examen teórico».
Y es que quiere labrarse su futuro porque su deporte «no da de comer y, además, tampoco es olímpico». En este sentido, opina que el hecho de que el kárate no entre en el programa de los Juegos, «nos priva de muchas posibilidades de dedicarnos cien por cien a ello».