El yacimiento arqueológico de Guarrazar se abre de noche los sábados 22 y 29 de agosto dentro de la propuesta ‘Las Noches de Guarrazar 2020’ siguiendo la buena estrella dejada por esta iniciativa en años anteriores. El éxito de participación logrado una vez más, hace adecuado recordar, por ser las dos únicas jornadas por celebrar, que las plazas son limitadas y la implicación en la propuesta requiere reserva previa. En este punto, recordar que deberá tramitarse la inscripción en la dirección http://www.guarrazar.com/evento/noches-deguarrazar, desde la que, si se precisa de más información o asistencia, la organización ofrece el número de teléfono 635 900 123.
Sobre los precios, existen varias posibilidades ya sea reserva individual, con niños o en grupos. Así, las ‘Noches de Guarrazar’ proponen la visita guiada -por el arqueólogo y director de las excavaciones- nocturna al yacimiento arqueológico, recorrido al que seguirá un aperitivo selecto amenizado con música en directo. Además, y no hay que desdeñarlo en estos días de altas temperaturas, Rojas aprovecha el frescor de la noche para articular una visita -serena y altamente documentada- en un ambiente distendido en el que la participación es casi obligatoria.
Durante el recorrido, el artífice de las excavaciones realizadas en la zona relata algunos de los secretos -unos confirmados y otros todavía en proceso- conservados en un suelo que albergó un santuario del reino visigodo del que, por cierto, apenas se ha excavado 150 años después de aparecer el tesoro que el rey Recesvinto donó a la basílica y que se enterró por el avance árabe. De ahí que Juan Manuel Rojas continúe trabajando para seguir acreditando datos en torno a un tesoro - encontrado en 1858- que pertenecía a un lugar que recibía peregrinos. De ahí el tamaño de la basílica hallada y la estructura conservada en un edificio cercano. Y es que no hay que olvidar que en Guarrazar existe un lugar simbólico, en apariencia muy humilde, que es fundamental para el yacimiento: el manantial.
BIEN DE INTERES CULTURAL. El yacimiento, declarado Bien de Interés Cultural en 2016, mantiene todo el año un programa de actividades centrado en la certeza de que la mejor manera de aprender es construir conocimientos, actitudes y valores a partir de experiencias individuales y grupales divertidas, didácticamente significativas y adaptadas a cada etapa escolar. Por ello, y a través de esta metodología, Juan Manuel Rojas gestiona el yacimiento fijándose en los más jóvenes.
Así, y con un equipo multidisciplinar, el yacimiento oferta diversas actividades de aprendizaje enfocadas en torno a las familias interesadas en que sus pequeños comiencen a respetar el patrimonio cultural. Entre las propuestas, se desarrolla un Taller Arqueódromo en el que se recrea -a pequeña escala- una excavación en la que los jóvenes pueden experimentar el trabajo profesional de los arqueólogos.
Incluye la propia excavación, la recogida de materiales, la utilización de cuadrículas para ubicar los materiales, su clasificación y deposito en bolsas debidamente identificadas, e incluso la elaboración de una ficha de excavación básica. Todo para que puedan reflexionar sobre la sucesión de culturas y el tiempo en sentido amplio.
Además de la visita al yacimiento -muy reclamada por los colegios-, se ofertan talleres y gymcanas destinas a la concienciación sobre la importancia del agua como fuente de vida -con el conocimiento de las diferentes variedades de animales y plantas en el manantial permanente de Guarrazar- y la conservación de los entornos.