Más de 4.000 extranjeros en la primera mitad de 2019

Álvaro de la Paz
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La cifra, una de las más altas de la serie histórica, refleja el atractivo de la provincia para la acogida y el asentamiento de la población foránea. Colombia, Marruecos, Venezuela y Rumanía, principales naciones emisoras

Más 4.000 extranjeros en la primera mitad de 2019

La provincia de Toledo fue el lugar escogido por 4.081 inmigrantes para establecer su residencia en España durante el primer semestre de 2019. Este dato, el tercero más alto de la serie histórica, después de los alcanzados en el primer semestre de 2008 y en el segundo semestre de 2018, evidencia la pujanza económica de la provincia y el elevado dinamismo de su mercado de trabajo. La cifra total de población llegada desde sus respectivos países de origen superó las 7.000 personas en 2018. Por tanto, si el ritmo de acogida registrado en los primeros seis meses de 2019 se mantuvo durante los seis siguientes, el guarismo correspondiente al año recién terminado será aún más nutrido y devolverá a Toledo a los números previos al estallido de la crisis económica.

Las principales comunidades de inmigrantes llegados a la provincia el año anterior, según su lugar de procedencia, fueron Colombia, Marruecos, Venezuela y Rumanía. Desde el país sudamericano bañado por los océanos Atlántico y Pacífico recalaron un total de 700 personas. El fuerte crecimiento de bienvenidas procedentes de Colombia, un aumento que ha multiplicado el total de llegados por doce en apenas cuatro años, sugiere la posibilidad de que este país, una potencia regional en la zona septentrional de América del Sur, esté siendo empleado como escala entre Venezuela y España.

En el caso del vecino meridional magrebí, su número de nacionales inscritos legalmente en cualquiera de los padrones municipales toledanos ascendió hasta 664. La inmigración marroquí, después de años de atonía, números discretos y regreso a casa, vuelve a despegar.

La crisis política y económica que está azotando a la Venezuela chavista explica el fuerte repunte de llegadas de este colectivo a España en los últimos meses. La amenaza de la pobreza y la falta de reformas institucionales en favor de la convivencia pacífica entre las diferentes opciones políticas lastran a la sociedad venezolana y la empujan al exilio. En la primera mitad de 2019, la venida de oriundos desde este país latino alcanzó en la provincia de Toledo su máximo histórico: hasta 432 personas se instalaron en el territorio toledano, muy por encima de los apenas 54 registrados en el primer semestre de 2016.

Las colonias centroamericanas y asiáticas, procedentes de China principalmente, también son notables según su incidencia en las localidades de la provincia.

La distribución de inmigrantes en Toledo reproduce, aproximadamente, la regla de los tres tercios que explica la llegada de población extranjera a España desde los primeros años del presente siglo. Así, la comunidad iberoamericana aporta alrededor de una tercera parte del total de ciudadanos de origen foráneo; la cuenca sur del Mediterráneo, Marruecos en su mayor parte, otro tercio; y las nuevas naciones de Europa central y oriental de reciente ingreso en la Unión Europea, Rumanía y Bulgaria en mayor número, la tercera parte restante.

La inmigración es un fenómeno joven. Los datos que proporciona el Instituto Nacional de Estadística (INE) confirman que casi la mitad de quienes llegaron a Toledo desde el exterior en el primer semestre de 2019 lo hicieron cuando tenían entre 20 y 39 años (1922 personas, el 47% del total). Su venida supone un aporte fundamental para ensanchar la base de la pirámide de población en las diezmadas franjas juveniles. Se trata, además, de un colectivo joven, en edad de trabajar y crear su propia familia. Además, el trabajo que desempeñan contribuye a aumentar la recaudación tributaria pública por cotizaciones sociales y dada su juventud y temprana madurez tienden a tener un gasto en sanidad más bajo que el de las cohortes de mayor edad.

Residentes por el mundo. En los seis primeros meses del año pasado, un total de 1.415 residentes toledanos dejaron la provincia rumbo a terceros países. Hasta Rumanía marcharon 403 personas y dirección Marruecos otras 127. Tal circunstancia evidencia como los caminos de la migración son, en muchas ocasiones de ida y vuelta.