El legado desnudo de Teresa Enríquez

J.M.
-

Decenas de vecinos de Torrijos recorrieron ayer el antiguo Hospital de la Santísima Trinidad. Las obras de recuperación concluirán a finales del primer trimestre del año. «El edificio ha quedado como en el siglo XVI», afirma el arqueólogo

El legado desnudo de Teresa Enríquez - Foto: Yolanda Redondo

Una redecilla y un casco esperaban a cada uno de las decenas de vecinos de Torrijos que se apuntaron ayer a las tres rondas de visitas al Hospital de la Santísima Trinidad, localizada en pleno núcleo urbano. Por la calle de los Molinos, junto a la iglesia del Santísimo Cristo de la Sangre, los interesados entraron a las obras de recuperación del edificio, construido en el siglo XVI y declarado Bien de Interés Cultural en 1993. Allí aguardaban el arqueólogo Jorge Morín y el concejal de Cultura, Fernando de Miguel, para explicar los pormenores de la obra y del rango artístico del monumento como parte del programa municipal ‘Abierto por obras’. «Las paredes serían de color rojo», aventuró el experto sobre el interior del inmueble ante la curiosidad del público. El azul actual se remonta al siglo XX.

El casco resulta necesario porque las obras continuarán hasta el próximo mes de marzo, y los visitantes recorren el monumento con los inconvenientes propios de estar en plenas reformas.Peccata minuta ante la posibilidad de desentrañar ese edificio céntrico mecido por el olvido.

Parte de los visitantes, que pudieron adquirir losetas del siglo XX no aprovechables, habían visitado anteriormente el edificio, puesto que el Ayuntamiento de Torrijos organiza desde el inicio de las obras, en octubre de 2018, visitas al monumento para mostrar la evolución de la recuperación. Otros, en cambio, comprobaron por vez primera el trabajo que da vigor a un inmueble que quedó sin funciones hace 40 años. Este último periodo como escuela de Torrijos da un barniz emocional a los visitantes, la mayoría de mediada edad.

«Forma parte un proyecto urbanístico importantísimo de una mujer desconocida de la historiografía española, Teresa Enríquez, de quien siempre se ha destacado la faceta religiosa como la Loca del Sacramento, pero que quizá nunca se haya entendido la lectura religiosa de Teresa Enríquez porque tiene una visión reformadora de la Iglesia hispana, como los eramistas», indicó a este diario el arqueólogo, quien destacó que, tras el fallecimiento de su marido y el intento de los hijos de su confinamiento en un convento, se niega y emprende una labor de mecenazgo de relevancia.

De esta manera, Enríquez cambió el modelo de la villa medieval existente y construye una villa a la manera renacentista italiana con un palacio, con conventos y con un nuevo templo cristiano, como la Colegiata, y unos hospitales civiles. «El dela Santísima Trinidad es el más importante», subrayó Morín sobre un edifico que se levantó siguiendo los modelos itálicos. «Es el primer hospital de la Península Ibérica, con un modelo higienista», comentó sobre la labor de Enríquez, quien dotó económicamente a estos edificios para esas funciones con la incorporación de personal médico para asistencia a enfermos.

El edificio, de forma tropezoidal, fue construido en la antigua judería de Torrijos, probablemente sobre la antigua sinagoga mayor de la localidad, según deduce el arqueólogo, quien trabaja también actualmente en otro yacimiento arqueólogico relevante en la provincia, como el de Los Hitos de la pedanía de Arisgotas (Orgaz), de origen visigodo.

«Está construido arquitectónicamente a la manera italiana y decorado a la manera andalusí (natural de al-Ándalus o la España musulmana), puesto que Teresa Enríquez era muy conocedora del mundo nazarí y andalusí cristiano».

Los visitantes se mostraron extrañados por que el conocido como Terremoto de Lisboa, ocurrido en 1755, que mató a decenas de miles de personas, afectara gravemente al edificio, que tuvo que ser reforzado con el consiguiente cierre del claustro. El recrecimiento del patio fue otra consecuencia de este desastre natural, cuyas reformas realizadas a tal efecto lastimaron la pervivencia del inmueble, que acabó viniéndose abajo hace unos 40 años.

hospital durante la guerra. La historia del edificio en el siglo XX incluyó el uso como hospital para las tropas marroquíes del bando franquista; posteriormente, ligado a la Sección Femenina presidida por Pilar Primo de Rivera, se convierte en colegio para niñas hasta el año 1977. La escuela estaba repleta con el conocido como ‘baby boom’ en los años 60. «Es la etapa más emotiva para la población de Torrijos», rememora Jorge Morín en palabras a este diario.

El edificio ha quedado ya totalmente consolidado y se han recuperado todas las cubiertas y la accesibilidad, pero no tendrá de momento dotación ambiental. Ni calefacción ni aire acondicionado, cuya instalación quedará para una fase de recuperación posterior. «Desde el punto de vista estructural y constructivo, el edificio ha quedado como en el siglo XVI porque no contaba con esos elementos», explicó.

El concejal de Cultura comentó a este diario que se trataba de la sexta convocatoria abierta a los vecinos para recorrer el inmueble en los 14 meses de duración del proceso de restauración del antiguo Hospital de la Santísima Trinidad. Este fin de semana, porque hoy se repetirán los guiados, será la última oportunidad de conocer el interior hasta la consecución de la reforma. El uso final tras esta primera fase se centrará en albergar conciertos y exposiciones, así como una sala para explicar el edificio y el patrimonio desaparecido de Torrijos del siglo XVI.