Relajada, con ganas y en un estado de forma magnífico. Así le ha llegado a María Espinosa una nueva internacionalidad. La toledana ya se encuentra en tierras turcas para afrontar en los próximos días su segundo Campeonato de Europa Absoluto, junto al resto de la delegación española.
«Estoy muy ilusionada, porque, aunque la temporada se hace larga y ya hay cansancio, me puede la ilusión», reconoce la karateca. Ya tuvo un hueco en la selección en el Europeo 2017 cuando todavía no había alcanzado la edad, pero justo después llegó la maldita lesión que la mantuvo en el dique seco durante muchos meses.
A día de hoy, está en condiciones de decir que es «agua pasada». No solo se ve recuperada sino que parece que está cerca, si no lo ha alcanzado ya, de su mejor nivel. Ese que tanto maravilló a los seleccionadores en las categorías inferiores. «En el Campeonato de España, en marzo, me vi a tope mentalmente, así que voy a por todas», dice la capitalina, que reside en Madrid.
Sobre sus posibilidades, María Espinosa considera que «desde el momento en el que te seleccionan, ya puedes conseguir cualquier cosa», así que apunta alto. No descarte estar cerca del podio, siempre que todo vaya sobre ruedas y no haya «factores externos que no se pueden controlar».
Espinosa no ha querido ni mirar la lista de rivales, dentro de la categoría Kumite -61 kilos porque confío mucho en ella misma: «Solo quiero disfrutar y que salga en la competición todo el entrenamiento de los últimos meses». En cualquier caso, tendrá una dura competencia con la turca Merve Coban, que estará en casa, la italiana Alessandra Mangiacapra, la eslovaca Ingrida Suchankova o la ucraniana Anita Serogina.
En cuanto a las opciones del equipo español en la ciudad de Gaziantep, Espinosa entiende que se encuentra «en un gran momento», y que «hay un cambio generacional que ha permitido llevar un equipo joven y con ilusión que siempre ha conseguido medallas en citas importantes». De hecho, la propia toledana ya sabe lo que es subirse al podio en un Europeo en categorías inferiores, con una plata y dos bronces en las categorías Cadete y Júnior.
Desde su ciudad el CD Kidokan va a estar apoyándola para obtener un buen resultado. Es su casa de siempre, y como reconoce su director, Álvaro Jiménez, no hay dudas de sus opciones: «Va en su momento de mayor madurez física y mental, y se ha encontrado a ella misma». Confirma el trabajo excelente que se realiza desde la Federación Español y considera que «cuando un deportista va relajado y en buen estado, el resultado sale solo, y sé que va a pelear a tope».