El Ayuntamiento de Polán publicó el pasado 15 de mayo su anhelo de que los vándalos respetaron el estrenado parque de San Isidro, un área de recreo de miles de metros cuadrados en pleno núcleo urbano. Pero el deseo quedó arruinado esta semana. La madrugada del domingo al lunes, unos desconocidos perpetraron un ataque premeditado contra la instalación eléctrica e hídrica que investiga ahora la Guardia Civil.

Un vecino alertó el lunes a las 8:30 de la mañana de que manaba agua del suelo del parque. Los trabajadores municipales acudieron y comprobaron el estropicio. Los vándalos actuaron premeditamente porque usaron herramientas como cortacables o picos para sustraer 18 tapaderas de las farolas, extraer más de 120 metros de cable y picar alrededor de las farolas. Además, rompieron una tubería.

El material destrozado quedó esparcido por la zona, por lo que queda descartado el robo como móvil del ataque contra el parque de San Isidro. «Pienso que está vinculado con las pintadas», sospechaba en declaraciones a este diario el alcalde, Pedro Cano. Se refería a las aparecidas también recientemente en las que insultaban al regidor

«Desde el Ayuntamiento no entendemos este ataque indiscriminado sobre algo que es patrimonio de todos y que por tanto todos debemos cuidar», señalaba el equipo de Gobierno menos de un mes después de estrenar el parque. Y apostillaba el alcalde a este diario: «Como acto vandálico, probablemente sea el más grave».