El paro bajó en Toledo en 717 personas a lo largo del pasado mes de noviembre, situándose la cifra total de desempleados en la provincia en 66.248. El descenso es un dato positivo en un mar de incremento del desempleo nacional y Toledo se convierte en una excepción, pero no por ello se deben lanzar las campanas al vuelo, ya que si se compara el dato con el del mismo periodo del pasado año, la cifra de desempleados ha subido en 5.270 personas, un 8,64% más en 365 días. Eso sí, con una pandemia entre medias.

La agricultura, con 246 parados menos en el último mes,  y el sector servicios, con 372, lideran la creación de empleo en el pasado mes. La campaña comercial del Black Friday se ha hecho notar en la provincia en un mes en el que se han firmado 20.035 nuevos contratos, 901 más que en octubre, pero que una vez más vuelve a quedar marcado por la temporalidad, ya que de esa cifra total, 18.526 fueron con duración determinada, mientras que el número de indefinidos bajó en 346 unidades, hasta quedarse en noviembre en 1.509 rúbricas.

Las afiliaciones a la Seguridad Social también han experimentado un crecimiento, contando Toledo al cierre del pasado mes con 234.776 cotizantes, de los cuales 608 se incorporaron en los últimos 30 días.

Aunque el número de parados baje y suban los afiliados a la Seguridad Social, hay un elemento que no debe de ser pasado por alto cuando se evalúa la situación laboral de la provincia. Se trata, ni más ni menos, que de la cantidad de toledanos que aún están inmersos en un expediente temporal de regulación de empleo, los famosos ERTE. En la provincia, actualmente, según los datos hechos públicos ayer por el Ministerio, hay 5.584 personas que están en ERTE.

Los cambios en las fases de las restricciones por coronavirus y el cierre interior de la hostelería han pasado factura a este último sector, que han optado en gran medida por mandar a sus empleados al ERTE en lugar de recurrir al despido.

Según los datos del Ministerio de Empleo, el número medio de afiliados a la Seguridad Social en Toledo con alta en hostelería alcanzó el pasado mes de noviembre la cifra de 12.937 personas, lo que supone un descenso del 12,56% respecto del mismo mes de 2019. Respecto de octubre de 2020 se ha producido un descenso del 2,82%.

En el Régimen General el número de afiliados ha bajado un 16,32%, al pasar de 10.774 en noviembre de 2019 a los actuales 9.016 trabajadores. El número de autónomos ha experimentado un descenso del 2,47%, contando actualmente con 3.921 trabajadores frente a los 4.020 existentes en dicho mes del pasado año.

A nivel nacional, el número de afiliados en hostelería alcanzó en noviembre la cifra de 1.353.505 personas, de las que 1.035.642 (-18,72%) pertenecen al Régimen General y 317.862 (-1,44%) al Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA).

Por lo que respecta a Castilla-La Mancha, el número total de afiliados ascendió a 41.281 personas, lo que supone un descenso del 13,35% respecto de noviembre de 2019. En el Régimen General el número de trabajadores bajó 6.019 personas (-17,40%) y mientras que el Régimen Especial de Trabajadores por Cuenta Propia el número de autónomos descendió en 341 personas (-2,61%).

Resto de sectores. Sin poner la lupa en la hostelería, de los 66.248 desempleados que hay al cierre de noviembre en la provincia de Toledo, 3.904 proceden del sector agrícola (246 menos), 6.979 del industrial (63 menos), 5.139 de la Construcción (29 menos), 44.271 del de Servicios (372 menos) y 5.955 no presentaban empleo anterior (7 menos).

 Por último, en la provincia de Toledo el rostro del desempleo sigue siendo femenino. El número de mujeres (41.948) en las listas del paro prácticamente dobla al de hombres, (24.300). Entre los jóvenes menores de 25 años, hay un total de 6.003 parados de los que 3.022 son hombres y 3.073 mujeres.