Alejandro Bermúdez

Con los pies en el suelo

Alejandro Bermúdez


Araceli y los invitados de Pedro Sánchez

22/01/2021

Son dos imágenes, aunque los segundos no se dejen filmar, que retratan un país de cuerpo entero. De la primera, la señora, a la que tocó vacunarse en primer lugar, habría kilómetros de cinta si no estuviéramos en la era digital; de los segundos no hay datos, por mucho que los organismos competentes quieran saber quiénes y cuántos son, dónde se alojaron y cuanto caviar ‘beluga’, gambas de Denia o jamón de ‘Maximiliano’ consumieron a costa del IRPF
La ‘bobaliconada’ supina ha sido el seguimiento dado a Araceli durante días y días en cualquier canal televisivo que se precie y pretenda tener audiencia por el ‘histórico’ hecho de haber sido la primera en vacunarse. Pareciera que íbamos a ver el descubrimiento de la vida extraterrestre o algo aún más insólito. ¡Nada menos que ver poner un pinchazo en un brazo!... y todos mirando como bobos ¡Qué heroicidad! La dignísima señora permitió ser la noticia de aquél día, a mayor gloria del gobierno de Sánchez, que, aunque nos creamos lo contrario, no fue el que descubrió la vacuna, ni siquiera la fabricó, pero, eso sí, puso en las cajas eso ‘Gobierno de España’ ¡Qué contribución a la investigación de la pandemia. Araceli poniéndose una inyección en un brazo y las cajas de ‘Gobierno de España’. No hubo más que ver esa semana. ¡Qué feliz nos hizo! Ahora nos vuelven a confinar pero, otra vez Araceli al rescate, vuelve a aparecer para ponerse nada menos que la segunda dosis de la medicina proporcionada por el Gobierno de España… salvamos la tragedia del nuevo confinamiento…
Pero, he ahí que mientras nos entretenían con la heroica y verdaderamente dignísima señora, Pedro Sánchez no dejaba de mandar invitaciones privadas para disfrutar de lo público y hacía pasar por los lugares más exclusivos del Estado, a toda su parentela y coleguillas de otros tiempos, seguramente para demostrarles que era verdad, que es él quién manda en España, porque había muchos rumores de que nadie que lo conociera, daba crédito a ese hecho.
Pero, como en los países mínimamente civilizados, se suele distinguir lo público de lo privado, es decir, la ocupación del palacio de la Moncloa en razón al cargo, del disfrute del piso de ‘Moratalaz’, ocupado en razón a la firma de una hipoteca a treinta años pues un organismo creado para ‘incordiar’ al poder, porque –nada menos pretende la transparencia de la actuación de nuestros mandamases- quiere, en este caso, que Pedro Sánchez diga cuantos invitados ha tenido en los distintos palacios por los que va pasando. Obviamente no lo recuerda ¿cómo va a recordar tan ingente número de personas? Además, con el tiempo todos acabarán siendo empleados públicos, por lo que, bien visto, no dejan de ser reuniones de administradores de lo público. Obviamente no ha dado los datos porque, si ya nos ha dado los de la primera vacunada, ¿para qué queremos saber más?
La realidad es que Pedro sabe que la mayoría no se enterará de sus juergas a costa del IVA y muchos de los que se enteren, dirán que para eso es el que manda. Porque seguro que los otros, esos que le critican, harían lo mismo o mucho más si mandaran. Además, Pedro lo hace en nombre del pueblo. Así que, todo está bien ¡Vivan Araceli y Pedro!