Jesús Fuentes

ÁNGULOS INVERTIDOS

Jesús Fuentes


Bajos en calorías

29/04/2022

Las administraciones públicas son organismos vivos. Necesitan mantenerse, estar bien nutridos. Alimentarse con una dieta adecuada para que, por sus  conductos y venas, circulen los alimentos que mantienen la vida. Cuanto más mejorada sea la dieta mejor funcionaran los organismos. Ya sabemos que estas cosas de las dietas saludables no le interesan a la señora presidenta de Madrid sobre la que ha dicho – y algunos la han seguido con entusiasmo – la última 'tontáa' que se le ha ocurrido, pero, que le vamos hacer, bastante tienen los de Madrid que la eligieron. En el error llevan la penitencia ¿Y de qué se alimentan las administraciones públicas, Ayuntamiento, Comunidades Autónomas o el mismísimo Estado? Tal vez la respuesta sea obvia, aunque demasiadas veces hay gente que se le olvida. Desde luego no viven del aire, ni de las declaraciones grandilocuentes, ni de las buenas intenciones, ni de promesas que no se cumplen, ni de la demagogia que promete que si se restringen alimentos a los organismos públicos, y esos alimentos  se los   queda cada uno de nosotros, serán más útiles. Mentira matemática y social. Los organismos se nutren de los impuestos. No ignoro que a algunos la afirmación les producirá sarpullido, pero seguro que es porque no disponen de un recetario que narre la vida en comunidad como la suma de los esfuerzos de todos sus miembros.
Con una dieta equilibrada se pueden conseguir actuaciones saludables. Pero si el organismo está bajo de calorías carecerá de la energía necesaria para acometer sus atribuciones. Si quienes tienen que alimentar esos organismos se niegan o restringen los nutrientes necesarios vivirán en sociedades anémicas. Así una ciudad, pongamos Toledo, será lo que quieran sus ciudadanos, no sus responsables. Si no alimentan adecuadamente a su organismo gestor tendrán una ciudad famélica, servicios esenciales delgados,  infraestructuras deshilvanadas, parques desaliñados, deficientes servicios generales. Impuestos bajos originan organismos bajos en calorías. Carecerán de los recursos suficientes para atender a las necesidades de los ciudadanos. Y por lo que vemos, esas necesidades cada vez son más cuantiosas. De los ciudadanos depende, y no de agentes externos, el vigor que tenga el organismo para desarrollar sus cometidos, que no son otros que incrementar la calidad de vida de quienes le alimentan.