'Mbappédependencia'

Luis Miguel Pascual (EFE)
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La luz que proyecta la estrella gala es tan potente que eclipsa casi por completo al resto del plantel 'bleu'

'Mbappédependencia' - Foto: LaPresse

«Si tenemos que depender de alguien, que sea de Mbappé». La palabra 'Mbappédependencia' ha comenzado a circular en el cuartel general de Francia en Doha, superado por la dimensión que está tomando la figura del atacante del PSG en el Mundial de Qatar.

El seleccionador, Didier Deschamps, no parece molesto con que su delantero estrella esté actuando de locomotora de un equipo que, aún sin encandilar, ha dejado las mejores impresiones en lo que va de competición y resultados positivos, en buena medida gracias a él.

Francia se cuelga de un portento que, además, ha puesto en el punto de mira renovar el título logrado hace cuatro años en Rusia, lo que le propulsaría de lleno a la leyenda. «Este Mundial es mi obsesión», aseguró el futbolista, apresurado dentro y fuera del campo.

Mbappé es un ferrocarril y no quiere que nadie se ponga en su camino. A menos de un mes de cumplir los 24 años, el delantero parisino asusta por lo que hace y por la forma en la que lo hace.

Los cinco goles con su firma en este Mundial se suman a los cuatro que traía de Rusia, dos más que los que tenía Pelé con esa edad, con la que Messi, Ronaldo o Michel Platini solo habían marcado uno.

Sus cifras son tan meteóricas que en cada rincón se busca una nueva frontera que no haya roto. Portugal constata que es el más joven en lograr ocho goles, un honor que arrebató a Eusèbio, mientras que Alemania ya ve temblar la marca de Thomas Müller, del que solo le separa un tanto para convertirse en el máximo anotador en activo de los Mundiales.

Si en Rusia fue bautizado como 'Monsieur 37 por hora' por la velocidad que alcanzó en una jugada contra Argentina. Entonces tenía 19 años, pero cuatro más tarde no ha perdido punta y en Doha avergonzó al defensa polaco Cash en una carrera en la que corrió a 35 kilómetros por hora.

La estrella gala no quiere que nada de eso desvíe su atención del objetivo máximo. Ningún gramo de energía debe ir a otro fin que no sea conducir a Francia al Mundial. «Cuando me concentro en algo lohago al 100 por 100», subraya. Ahora, su mente está en la corona.