Temor en el Cerro de los Palos tras los 3 últimos incendios

J. Monroy
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«Viene una lengua de fuego a tu parcela y, sin agua, ¿qué hacemos?», se lamenta un parcelista que insistie en la petición de agua potable para las 120 viviendas

Temor en el cerro de los Palos tras los 3 últimos incendios

Tres incendios en los últimos días, en los que las llamas han llegado a meterse en algunas parcelas privadas han hecho saltar todas las alarmas en el cerro de los Palos. Los parcelistas vuelven a denunciar no solo el abandono, la falta de limpieza del entorno y la carencia de agua potable, sino también que desde el equipo de Gobierno no les quieran ni escuchar.

«Estamos asustados, muy asustados -apunta un parcelista-, no sé si es que pretenden desde el Ayuntamiento que nos achicharremos aquí». De momento, tras años de abandono y Filomena, denuncia, nadie ha acudido a limpiar cunetas y el monte bajo. El resultado es que hace un par de domingos salió ardiendo el pinar que hay sobre la raqueta del vivero. Poco más de una semana después, las llamas prendieron en una parcela por encima del canal, y llegaron a espacios colindantes. Y hace unos días, fue en otra parcela por debajo, y también pasaron, con el aire, a una parcela recientemente comprada. Todo ello, tras el susto del incendio de Montesión, que llegó hasta la rotonda y lo desvió el viento en el último momento; o el último incendio de neumáticos. «Viene una lengua de fuego a tu parcela y, sin agua, ¿qué hacemos? Estamos acobardados, no sabemos si encerrarnos en casa a cal y canto o salir corriendo en dirección contraria, antes de que te pille el fuego», se lamenta el propietario.

El problema sigue siendo la falta de agua potable. «No somos capaces de entender que en la margen derecha de la carretera de Piedrabuena hay diversos establecimientos hosteleros que tienen agua, hay varios cigarrales que tienen agua, un vivero que tienen agua y otro colectivo justo en frente de nosotros que tienen agua; y los que pagamos no tenemos agua», se lamentan. Todo ello, cuando a la puerta de las parcelas pasa una gran tubería de suministro. «El agua es un Derecho Humano reconocido por la ONU y todos los organismos internacionales, no se le puede negar a nadie», reclaman, para solicitar que se enganchen sus parcelas con un contador, a este suministro, «más impuestos y más dinero para el Ayuntamiento y para Tagus».

Suelo urbano, insisten. Son viviendas en suelo urbano, apuntan los propietarios, porque así lo establece la ley. Según explican, el Tribunal Supremo ha dictado jurisprudencia, según la cual, los terrenos en su día recalificados de rústicos a urbanizables y en diez años no se hubiera construido, volvían a considerarse rústicos únicamente a efectos de IBI. En el POM anulado por la Justicia, estos terrenos se consideraban urbanos. Se da la circunstancia, además, que con el suelo considerado como urbano, pagaban 350 euros de IBI, y con él considerado rústico para esta tasa, pagan 940, «y encima no tenemos agua, la basura pasa tarde mal y nunca y los caminos parecen del París-Dakar».

En todo este ámbito, los parcelistas denuncian que el equipo de Gobierno municipal les está ignorando. Por teléfono y por escrito, han tratado de contactar con la edil de Medio Ambiente. También están tratando de reunirse con la alcaldesa, Milagros Tolón, «pero nos tienen bloqueados».

Los propietarios quieren explicar que «como saben perfectamente los técnicos de Urbanismo, esto no es suelo rústico». Aunque lo fuera, «no tenemos que morir achicharrados».

Ante lo que ven como indefensión jurídica, los parcelistas afirman que no quieren llegar al extremo de denunciar en los tribunales (el Económico Administrativo o los ordinarios de Justicia), prefieren solucionarlo por las buenas el Ayuntamiento.