El arzobispo de Toledo, Francisco Cerro Chavez, recibió en la tarde de ayer el Collar de la Comunidad Mozárabe como símbolo de su patronazgo sobre la hermandad. La ceremonia se celebró en la iglesia de San Lucas bajo estrictas medidas de higiene, seguridad y distanciamiento social para evitar posibles contagios.

Tras prestar juramento, el nuevo arzobispo recibió una cadena dorada, a modo de collar, en la que figurarán alternativamente símbolos marianos, los escudos de las parroquias mozárabes y el emblema de la antigua Cofradía-Esclavitud, convirtiéndose así en un nuevo protector de la Hermandad de Caballeros Mozárabes de la ciudad de Toledo.

El collar mozárabe es una distinción que solo portan el hermano mayor de la cofradía, el arzobispo de Toledo y el primer edil de la ciudad. Así, Milagros Tolón se convirtió en 2015 en la primera mujer en recibirlo.

Nuevo protector mozárabe - Foto: Yolanda Redondo

La Comunidad Mozárabe se restauró en el año 1966 para continuar con sus antiguas tradiciones, agrupar a sus familias y actualizar su ancestral liturgia.

En el año 1101 Alfonso VI, Rey de Castilla y León, concedió el Fuero de los Mozárabes, confirmado después por la mayoría de los Reyes de Castilla y de España, que está considerado como la base real del nacimiento de la Comunidad Mozárabe de Toledo, que hoy está integrada por unas 2.000 familias. Con ese Fuero, el Rey equiparó a la comunidad mozárabe con la castellana y les permitió tener su propio derecho y disponer de sus propios jueces.

El rito mozárabe fue recuperado por el cardenal Cisneros, quien impulsó la creación de la Capilla Mozárabe de la Catedral, donde se oficia diariamente, así como, en ocasiones destacadas, en las diferentes parroquias mozárabes de la ciudad. Lo mozárabe constituye uno de los principales patrimonios socioculturales y religiosos más importantes de Toledo.