Javier Ruiz

LA FORTUNA CON SESO

Javier Ruiz


El coronel Baños

03/12/2020

El coronel Baños llegó a Fedeto vestido de civil, buena táctica para los servicios secretos. Yo acudía a la llamada de Manuel Madruga, excelente anfitrión y organizador de eventos, más como autoexigencia que otra cosa. Conocí al coronel Baños en el mes de enero durante un programa de Íker Jiménez, para mí uno de los grandes personajes del año. Inmediatamente, quedé atrapado con aquello que decían del coronavirus y la inteligencia, y mi cabeza colapsó. Ingenuo de mí, no sabía que aquello era el aperitivo de lo que vendría después y que ellos demostraron uno de los viejos tópicos que siempre llegan cargados de verdad. La información es poder.
El coronel Baños protagonizó ayer una charla en la Federación Empresarial Toledana de aquellas que te dejan estupefacto, sorbido el seso como a Don Quijote los libros de caballería. Con la diferencia de que Amadís, Pentapolín y Festón eran imaginarios y las amenazas que se ciernen sobre nuestro mundo y formas de vida conocidas son reales y tangibles. En un año hemos experimentado un recorte de libertades inaudito, inimaginable para cualquiera de nuestra generación. Y no me llamen negacionista, que no lo soy. Ya he visto morir a muchos amigos en esta puta pandemia. Pero también he visto quién ha ido metiendo la patita hasta el corvejón con tal de arrinconarnos contra la pared.
Les recomiendo vivamente que recuperen la charla del coronel Baños en Youtube, que a la hora en que me están leyendo ya estará subida y colgada. La geopolítica y geoestrategia militar nos pueden parecer muy lejanas, pero están en el vídeo de Tik Tok que su hijo sube para hacer la gracia entre los compañeros. No vamos a ponernos tremendos ni a exigir dimisiones, porque no ha lugar. El progreso y avance tecnológico son aliados del hombre, siempre y cuando conozca sus limitaciones y sea el hombre quien domine la técnica y no al revés. Y para eso es imprescindible el humanismo, la educación, la ética. Lo que me tiene con la mosca detrás de la oreja es que sea eso mismo lo que se quieren cargar quienes nos gobiernan. De ahí al Comité de la Verdad, solo resta un paso a cuenta de la pandemia.
La ética, el bien, la sabiduría no pueden quedar al margen de un mundo tecnológico y globalizado, básicamente porque tecnología y globalización son buenos para el ser humano. Pero por eso mismo, el hombre los tiene que pasar por su tamiz, por su carne, por su alma y no dejarlos en la nube. De nada valen robots que interpreten lo que pensamos y den las órdenes antes de que incluso se nos ocurran, si no hay un botón de apagado a disposición de un coronel. Es muy preocupante lo que el mundo nuevo nos alumbra. No se vaya a China, mírelo en su casa. A los niños les cuesta cada vez más leer, fijar su atención en algo que no sea un mensaje de diez segundos. El mal va por delante y Pablo Iglesias seguro que ya ha reducido El Capital y la gobernabilidad con Bildu a un Tik Tok de diez segundos donde no salen los cadáveres de los niños de Vic asesinados por la ETA.
No se me venga abajo después de leer el artículo. Al revés, dese con un canto en los dientes y busque la conferencia del coronel Baños o su nuevo libro que devoraré esta Navidad. Probablemente, a esta hora si usted me lee por el Internet, alguien sepa que usted y yo viajamos en la misma frecuencia de onda. No se preocupe. Ya dijo Marco Aurelio que si llega la pandemia, lo mejor es que te pille con quien amas y junto a quien te ama. La información sigue siendo la clave de todo y cuanta más luz llegue a nuestra caverna, más pronto nos daremos la vuelta. Platón ya sabía lo que se venía encima.