Solo la diferencia de goles impide que el CD Villacañas se marche de vacaciones en puestos de 'playoff'. Algo que se habría dado en caso de victoria, pero visitaba Las Pirámides el rey del empate, el CD Azuqueca, y el encuentro acabó en tablas.
El partido comenzó muy trabado. En los llamados minutos de tanteo hubo muchos encontronazos, que acabaron con jugadores por los suelos. En uno de ellos, entre Antonio Fernández y Gonchi, llegó la peor noticia del partido, puesto que el jugador del cuadro azudense tuvo que ser trasladado al hospital por una lesión en el pie.
Territorialmente, el partido fue del Villacañas. El equipo de Pedro Velasco tuvo el balón y jugó más en campo contrario que un Azuqueca que apostó por un fútbol más vertical y que se vio obligado a buscar el contragolpe como arma ofensiva. Precisamente en uno de ellos, llegó la mejor ocasión del partido, en las postrimerías del primer tiempo. Doménech remató a bocajarro ante Javi López, que hizo la que sin duda fue la mejor parada de la tarde.
En líneas generales, fue un partido muy cerrado, con pocas ocasiones, hasta el tramo final. Hasta que el partido no estuvo empatado a goles, ninguno de los dos equipos dio un paso al frente para buscar la victoria. Ningún ataque era capaz de superar a ninguna de las dos defensas. Tanto, que el primer gol del partido tuvo que ser en propia puerta. Al límite de la hora de partido, un centro desde la izquierda que parecía que se perdería sin más, lo envió al fondo de su propia portería Bruno, con la cabeza en su intento de despeje.
Tras el gol, ambos entrenadores introdujeron un doble cambio que, de primeras, no significó ninguna modificación en el juego. El Villacañas tenía más el balón, ante un Azuqueca que presionaba, pero nadie tiraba a puerta. Y viendo que el partido se le iba, Pedro Velasco introdujo otras dos variantes, con cambio de sistema incluido, cerrando con tres atrás. Además, para fortuna del técnico del equipo villacañero, a los cuatro minutos de la última doble sustitución, en una acción aislada, el capitán Carlos Díaz empató el encuentro, con un disparo desde fuera del área, cruzado, ajustado a la cepa del segundo palo, donde no pudo llegar Miguel Ángel.
Con 1-1 el partido se abrió y se volvió muy vibrante. El duelo se convirtió prácticamente en un correcalles, en el que el equipo local se encontró más cómodo. El balón iba de un campo a otro con mucha velocidad, pudiendo marcar cualquiera.
Cierto es que el Azuqueca no lograba finalizar, pero encontraba muchos espacios a la contra, aunque al iniciar la carrera desde muy atrás, sus hombres en punta llegaban con poco oxígeno al área. Lo que les falló a los delanteros del conjunto local fue rematar entre los tres palos, puesto que aunque Antonio Fernández y Carlos Díaz rozaron el gol, sus disparos se fueron lamiendo el poste.