Fernando Díez Moreno

Política y Humanismo

Fernando Díez Moreno


Teoría y práctica del humanismo cristiano

06/12/2021

El pasado 26 de noviembre, Jaime Mayor Oreja me invitó a participar en la presentación pública de la plataforma cívica NEOS (norte, este, oeste y sur) para hablar de mi libro 'Teoría y práctica del humanismo cristiano'. Estas fueron las palabras que pronuncié:
«Después de cuarenta años organizando todo tipo de actividades en la Fundación Tomás Moro, que fue constituida en 1981 por Cruz Martínez Esteruelas, y que tiene por objeto la difusión entre jóvenes universitarios de los ideales y valores del humanismo cristiano, después de cuarenta años, como digo, llegué a la constatación de que no existía una teoría general de tal humanismo que respondiera al interrogante ¿qué es el humanismo cristiano?
Me propuse, basado en tan amplia experiencia, formular dicha teoría general. Y esta es la razón de este libro. Otra cosa es que lo haya conseguido.
Se basa en dos ejes: la persona y la comunidad. La persona trascendente, como ser creado a imagen y semejanza de Dios y que tiene en su dignidad el origen de la libertad y de los derechos naturales, ahora llamados fundamentales o derechos humanos. Y la comunidad, que puede ser política (los poderes públicos) o social (la sociedad civil), con el problema de la delimitación de los respectivos ámbitos de actuación.
Pero no quise quedarme en la pura teoría y apliqué dicha teoría general a los problemas concretos de la convivencia diaria de nuestro país y de lo que llamamos civilización occidental. Así, entre otros muchos temas, desarrollé la respuesta del humanismo a los temas de las ideologías, la condición del gobernante, los derechos humanos, las Fuerzas Armadas, la ideología de género, el nuevo orden mundial, el aborto, el humanismo social, el trabajo, la inmigración, la familia, la cultura, el laicismo, el relativismo, etc. etc.
Como la mejor pedagogía es el ejemplo, el libro contiene tres ejemplos históricos (Tomas Moro, Erasmo de Rotterdam y Juan Luis Vives) y cuatro ejemplos modernos (Jacques Maritain, el Cardenal Marcelo González, Cruz Martínez Esteruelas y S. Juan Pablo II). De todos y cada uno se reseña su biografía, su pensamiento y sus obras escritas.
Y el motivo de haberlos elegido es porque reúnen los seis caracteres propios del humanista, a saber:
1). Investidura cultural. Eran hombres de una gran cultura.
2). Preparación profesional para los cargos, incluso políticos, que desempeñaron (es decir, lo contrario de lo que nos ocurre en la España de hoy).
3). Defensa de todos los derechos humanos. De todos. Porque hay humanismos que dicen defender a la persona, pero a la hora de defender al concebido y no nacido, o la libertad religiosa o de enseñanza, se ponen de perfil
4). Sentido de la familia, aunque algunos no la tuvieran próxima.
5). Sentido de la amistad. La valoraban como un tesoro.
6). Sentido del humor y de la ironía. Cuando Tomas Moro subía al cadalso le dijo al verdugo «ayúdeme a subir que para bajar ya me las arreglaré yo solo». Y cuando Juan Pablo II era entrevistado por André Frossar para escribir el libro 'No tengáis miedo', le contó que en el Vaticano se decía del Papa que rezaba a Dios diciendo «Dios mío, algún día veré yo a mi amada patria Polonia como país libre y democrático» y Dios se quedó pensando y dijo «sí, pero no mientras tu vivas» (la anécdota es anterior a la caída del muro de Berlín). Y después el Papa seguía rezando «Dios mío y después de mí habrá otro Papa polaco» y Dios se quedó pensando más tiempo y dijo «sí, pero no mientras yo viva». Esto es sentido de la ironía y del humor. Muchas gracias».
Estas fueron mis palabras. No pude añadir,  por haber agotado el tiempo, que el libro contenía una síntesis de la Constitución 'Gaudium et Spes' del Concilio Vaticano II, que es la Carta Magna del humanismo cristiano; y de la Encíclica 'Redemptor Hominis', primera y programática del pontificado de Juan Pablo II.