El atlas de distribución de renta de los hogares, publicado por el INE con datos de 2018, evidencia las distintas realidades de ingresos que conviven en la provincia de Toledo. La más llamativa apunta a una manifiesta desigualdad entre las dos principales ciudades del territorio, Toledo y Talavera, dos urbes con más de 80.000 habitantes que han dirimido su tradicional rivalidad también desde el plano económico. Los ingresos netos en la capital regional ascienden a 36.733 euros; en el caso de Talavera se sitúan en los 25.534 euros. La diferencia anual roza los 11.200 euros: de media, una familia talaverana recibe 933 euros menos al mes respecto a una familia toledana. Expresada en términos porcentuales, la diferencia de rentas entre ambas es de un 43,8% favorable a la ciudad imperial.
Alrededor de Toledo brotan algunos de los enclaves más ricos de la provincia. El efecto de la capitalidad se deja notar en el área metropolitana que envuelve a la capital de Castilla-La Mancha. En Olías del Rey, la renta media por hogar asciende a 36.255 euros. En Bargas, son 31.997 euros. En la corona sur, el municipio de Cobisa, con unos ingresos familiares de 38.685 euros al año se sitúa como el primero en este indicador en el conjunto de la provincia. Las vecinas localidades de Argés (30.802 euros), Burguillos (30.861 euros), Layos (33.662 euros) o Nambroca (33.291 euros) también se sitúan por encima de los 30.000 euros netos anuales.
En el entorno de Talavera destaca el buen dato de renta de Pepino: este municipio disfruta de un caudal anual de 36.959 euros por familia.
Los datos del INE también apuntan a una correlación entre población y renta en el ámbito de la provincia: mayor juventud implica mayores ingresos. En la comarca septentrional de la Sagra, las rentas son más altas que en el resto del territorio toledano, exceptuando la propia capital y sus localidades limítrofes. Así, Illescas (30.927 euros), Seseña (27.957 euros) o Ugena (29.864 euros) reflejan unos emolumentos crecientes en los últimos años, un despegue paralelo al crecimiento de sus respectivos tamaños censales.
En aquellos municipios toledanos con más de 10.000 habitantes empadronados la renta tiende a situarse en un rango que oscila entre los 24.000 y los 27.000 euros. Así, Torrijos (26.627 euros), Ocaña (24.541 euros), Sonseca (26.364 euros), Quintanar de la Orden (24.239 euros) o Madridejos (24.880 euros) muestran rentas anuales por hogar similares entre sí y frecuentemente más elevadas que las de aquellas poblaciones próximas a ellas de menor tamaño.
Sin embargo, en las varias decenas de localidades de la provincia que tienen un vecindario más envejecido y que, por tanto, dependen más de los ingresos de pensiones y subsidios, los ingresos son significativamente más bajos que en aquellas otras en las que buena parte de sus residentes se encuentran entre la población activa. En la zona occidental y meridional del territorio toledano, especialmente en pequeños pueblos de las comarcas de la Jara, la Campana de Oropesa o los más alejados de los Montes respecto a Toledo hay algunos cuyas rentas medias apenas superan los 18.000 euros al año. Las diferencias entre estos y la conurbación toledana comporta una brecha muy clara entre ciudadanos: la renta media en 2018 por hogar en La Estrella se situó en los 16.336 euros; los ingresos en uno de los tramos de la toledana avenida de Europa se elevaron hasta los 69.130 euros. Unos 140 kilómetros y casi 53.000 euros anuales separan la plaza del Ayuntamiento del municipio jareño del colegio Infantes, epicentro del distrito con más ingresos por hogar de toda la provincia.