El CD Illescas venció en el San Marcos tras remontar al CD Quintanar del Rey, uno de los favoritos para conseguir el ascenso. Mazzochi adelantó al equipo verdiblanco en una primera mitad dominada por los locales. Molina empató el marcador a la hora de partido tras un fantástico pase de Cabezola y Poveda, a balón parado, puso el definitivo 1-2 a nueve minutos del final del tiempo reglamentario.
El conjunto illlescano mostró inicialmente un esquema defensivo con la intención de salir al contraataque por medio de Collazo y Porcel. No obstante, la imprecisión de la escuadra quintanareña permitió a los de Pablo Nozal disputar el encuentro en el campo rival, dominio que no creó peligro. La ocasión más clara llegó en el minuto 25 con el gol anulado a Molina. El delantero aprovechó un error defensivo, pero el tanto no fue legal tras un claro fuera de juego. Esto despertó a un Quintanar que contó con varios acercamientos peligrosos hasta que llegó el premio.
Llera salvó el primer tanto local con una excelente parada al peligroso cabezazo de Eloy minutos antes del gol del conjunto verdiblanco. Mazzochi, con una potente volea, sorprendió a Llera por su propio palo para poner el primer tanto en el minuto 37. La desconexión del equipo illescano en los compases finales del primer tiempo fue suficiente para irse al descanso por debajo.
El CD Illescas se crece y remonta al Quintanar (1-2)El equipo conquense dominó en el comienzo de la segunda mitad, aunque sin generar inquietudes en la defensa del Illescas. A pesar de la ligera superioridad local, Molina empató el enfrentamiento en el minuto 62. Un fantástico centro raso de Cabezola por la banda izquierda dejó a Molina solo ante el portero anotando al primer toque. A partir de estos minutos el conjunto illescano empezó a dominar el encuentro y buscar la portería rival encarecidamente, premio que llegó a balón parado con el gran centro de Tete. Poveda cabeceó solo en el corazón del área tras un potente salto y superó a Molina para poner el 1-2.
Los tres puntos se pudieron escapar en el minuto 90. Mansour se plantó dentro del área sin presión alguna y acabó disparando raso y flojo a las manos de Llera.