Malagón generó una ciudad que no es Toledo, pero es más Toledo

J. Monroy
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Jesús Carrobles se acerca a la visión del paisaje de Toledo de Guerrero Malagón, sus motivos y sus influencias artísticas

Malagón generó una ciudad que no es Toledo, pero es más Toledo

Al igual que 'el Greco', cambió la situación de la Catedral y generó su propia ciudad, cuando Guerrero Malagón utilizó Toledo como fondo de sus cuadros, «mueve edificios y genera una ciudad que no es Toledo pero es más Toledo que cualquier otra». Así lo explicó ayer el presidente de la Real Academia de Bellas Artes y Ciencias Históricas, Jesús Carrobles, en una pequeña conferencia intruductoria al paisaje de Guerrero Malagón en el convento de San Clemente.

Si hubo dos instituciones que apoyaron al artista en Toledo fueron la Diputación, que estuvo con él desde el principio y después le dio un espacio para su estudio, y la Real Academia, que lo aceptó como académico numerario. Ambas se han unido, con motivo de la exposición del convento de San Clemente, 'Fondo y Apariencia. El Toledo de Guerrero Malagón', con un pequeño acto en recuerdo del artista y su trayectoria. De ahí la conferencia que ayer ofreció Carrobles, y la posterior visita guiada a la muestra.

Carrobles quiso mostrar los elementos más destacados en el paisaje de Guerrero Malagón y de dónde vienen. El presidente de la Academia se opuso en primer lugar a la idea de que Guerrero Malagón fuera tan solo un pastor de Urda con una formación autodidacta y ajeno al tiempo al que vivió. «No tiene nada que ver, evidentemente, él fue pastor, pero fue un verdadero intelectual, que conoció de primera mano buena parte de las corrientes históricas y artísticas que había en la España de mediados de siglo, y a partir de ahí, generó su manera de interpretar su mensaje y ver la ciudad de Toledo».

En su conferencia, Carrobles se acercó a los referentes del pintor a la hora de interpretar esta ciudad, y también en su evolución. Guerrero Malagón fue alguien capaz de ver la importancia de la Generación del 98y también de estar al tanto de las vanguardias e introducirlas en su obra. El académico destacó la influencia de la visión negra de la Generación del 98 y la relación evidente con pintores como Dario de Rebollos y Zuloaga, hasta generar su estilo personal, «y hay obras de Zuloaga que son preludios de lo que va a hacer luego Guerrero Malagón, y eso no signifique que copie nada, lo que importa es que él conoce todo eso y elabora su propio modelo y genera una obra tan espectacular y peculiar como es la suya».

El paisaje toledano. Eso se traduce en una manera de mirar el paisaje, en la que Guerrero Malagón elige unos determinados enfoques, «no mira a toda la ciudad, sino a lo que él quiere mirar». También hay un predominio de unos tonos oscuros, una visión negra de Toledo.

Finalmente, el académico distinguió el Toledo aparente, la reproducción del paisaje, con otro modelo de enfrentarse a la ciudad, en la que Guerrero Malagón tomaba a Toledo como fondo de sus cuadros, «donde se permite una libertad absoluta expresionista, mueve edificios y genera una ciudad que no es Toledo pero es más Toledo que cualquier otra».