Las imágenes hablan por sí solas. Todo el recinto comercial de las 'Tiendas G', en el barrio del Polígono, continuaba oliendo a quemado casi un día después del incendio. Por suerte, los daños en los negocios que allí prestan servicio son menores de lo que se pensaba en un primer momento. La causa del incendio es clara. Las fuertes lluvias de la tarde del miércoles no solo se colaron por los rincones del edificio, sino que el agua llegó hasta el cuadro de contadores, provocando chispazos que acabaron con llamas y humo negro,  y el posterior desalojo de los comerciantes.

Se vivieron verdaderos momentos de tensión, según relatan los propios afectados. Durante el día de ayer todos los implicados adecentaron sus negocios y limpiaron todo el centro. Además, hasta 12 operarios se encontraban trabajando en la galería para restaurar la electricidad y mantenerla estable «como fuera posible». Y es que el cuadro de contadores había quedado devastado, tal y como afirmaron los empleados del servicio técnico, pero pudieron recuperar la luz en el centro sobre las 9:30 horas de la mañana. Fue la propia alcaldesa de Toledo, Milagros Tolón, la que intervino personalmente con la empresa eléctrica para que los operarios se desplazaran hasta las 'Tiendas G' lo antes posible. Algo que agradeció el presidente de la comunidad, que dijo ser pesimista con la posibilidad de que algunos negocios no pudieran abrir hasta dentro de unos días, pero «míralos, ahí están algunos atendiendo clientes». El responsable de la galería estimó en «unas tres semanas, como mínimo», la vuelta a la normalidad en el centro, refiriéndose a que tendrán que convivir durante este tiempo con los cables que mantienen el servicio actualmente.

En la galería hay unos 20 establecimientos y un supermercado 'Día', y dependiendo de la cercanía al cuadro de contadores los locales estaban más o menos afectados por las consecuencias del humo. De hecho, ayer ya había negocios trabajando con normalidad desde las primeras horas de la mañana. Fue el caso de las dos peluquerías que se encuentran dentro de la galería, del supermercado o de la librería. Pese a que este último establecimiento se ubica en una posición muy cercana al origen del incendio no lamentaron daños materiales «porque nos percatamos del problema y cerramos a tiempo», explica una de sus trabajadoras. Aunque sea uno de los pocos que han podido abrir, no son especialmente optimistas con la situación, ya que desde su punto de vista «las 'Tiendas G' van a ser tercermundistas durante mucho tiempo», lamenta la comercial.

El incendio se originó en el cuarto de contadores, que fue devastado por las llamas. - Foto: Yolanda LanchaLos más afectados, sin duda, son aquellos comercios con alimentos perecederos en su mostrador, como fueron los casos de las carnicerías o la pescadería. Más aún si el local está justo encima del cuadro de contadores. Estos negocios tienen en común que tuvieron que deshacerse de todo el género que estaba al descubierto, pudiendo proteger el resto en las cámaras frigoríficas. Algo que ni siquiera le bastó a José Luis. Él, como trabajador de esa pescadería, no pudo salvar ni los productos de la cámara, debido a que al estar justo encima del foco «hasta el hielo del interior de la cámara quedó negro. Todo para tirar, una lástima». Pese a tener el recinto un imponente olor a quemado y numerosos operarios de por medio adecentando la zona, fueron varios los vecinos que se acercaron con su carro de la compra para intentar llenar sus neveras. La mayoría se fueron con las manos vacías.